La seguridad es lo primero pero el caos es la consecuencia: KLM, la aerolínea holandesa hermana de Air France, anunció ayer la retirada del servicio de siete de sus B787 Dreamliner debido a un fallo en las tareas de mantenimiento, lo que ha ocasionado una ola de cancelaciones en sus rutas (KLM también empieza a cobrar por comer a bordo).
Según informó la compañía, durante una inspección ordinaria se identificó una irregularidad en el mantenimiento de una válvula de recarga de los aviones. Aparentemente, el fallo no tiene que ver con el fabricante. KLM no informó tampoco de si el responsable de la falla es su propio grupo o un proveedor externo que pudiera atender a otros clientes. KLM dijo que la retirada de los 787 era una medida de precaución.
Las cancelaciones han sido inmediatas. Entre otras rutas la de México, Chicago o Portland dejaron de operar. KLM dispone de 24 de estos aviones, con lo que siete provocan un problema importante. La compañía ya está en contacto con los viajeros a los que ofrece alternativas en otras fechas.
La aerolínea también dispone de B777, pero los dispositivos de recarga de combustible son diferentes y no están afectados.
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