Las calles de China están empezando a notar un aumento espectacular del número de visitantes que el país atribuye a la modificación de la normativa de reembolso del IVA (o su impuesto local equivalente) en las compras, que ahora se puede llevar a cabo en el mismo momento de la compra (Pérdidas brutales por quinto año de las aerolíneas chinas).
Las autoridades tampoco minusvaloran la supresión de las visas para incontables nacionalidades o, por lo menos, la ampliación de la duración de las mismas.
En el caso de Shanghái, el aumento de visitantes que se reportan en estos días (las previsiones de reservas, en realidad) son un 38 por ciento superiores a las del año pasado.
El tema de las devoluciones del IVA es importante porque ha demostrado ser extraordinariamente atractivo para los viajeros: se trata de que el reembolso en lugar de que tenga lugar en el momento de abandonar el país tenga lugar en el momento de la misma adquisición del producto. Eso ha impactado notablemente el turismo de compras, con la ropa, comida, artesanía, telefonía y ordenadores portátiles como los productos más demandados.
Shanghái ha sido escogida como ciudad para la prueba piloto de esta nueva política de reembolso. Hoy es posible en 284 tiendas de las 587 que venden sin IVA conseguir el reembolso instantáneo.
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