Las últimas reuniones de negociación del convenio de los empleados de la SNCF, la compañía propietaria y gestora de los trenes en Francia, han concluido en fracaso por lo que a día de hoy se aventura que la huelga de una semana convocada a partir de este lunes 5 se llevaría a cabo.
Los controladores aéreos franceses, que sorprendentemente llevaban unos meses de cierta calma, anuncian que el próximo 9, 10 y 11 de mayo también irían a la huelga. La convoca el segundo sindicato del colectivo y se ha sumado también CNA, que es otra organización presente en las torres de control (Huelga en Francia: paro en los grandes aeropuertos).
El ministro de Transportes francés, Philippe Tabarot, hizo de ministro y se limitó a decir que esperaba que los ferroviarios fueran “razonables” en sus acciones, permitiendo que estos días de puente la gente pudiera viajar.
La SNCF ha venido diciendo que era una irresponsabilidad convocar una huelga, cuyos costes son habitualmente muy superiores a los aumentos salariales solicitados. Incluso el director general de la compañía ha escrito una carta de cuatro folios a los trabajadores en la que les intenta persuadir sobre la necesidad de evitar que los gastos de la compañía ferroviaria se descontrolen.
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