Las acciones de Boeing cayeron este lunes en los mercados americanos un 3 por ciento a consecuencia del caos arancelario derivado de las medidas de Donald Trump, que están afectando en primer lugar al fabricante americano de aviones (Boicot chino a Boeing por los aranceles de Trump).
Mientras el fabricante está transportando de nuevo a casa aviones que tenía listos para entregar en China, los inversores empiezan a asustarse. No es que Boeing no tenga clientes, pero es que cualquier complicación supone un duro revés para una empresa que aún no ha recuperado su ritmo normal de producción.
Este miércoles se conocerá el primer balance de resultados de Boeing, correspondiente al primer trimestre de este año, esperándose pérdidas de casi 500 millones de dólares, sin contar con efectos de las medidas de Trump, que tuvieron lugar en abril.
Las entregas de aviones a China pueden suponer problemas en el flujo de circulante, pero con la larga cola de compradores no debería significar un gran obstáculo. Las aerolíneas chinas suponen uno de cada cinco aviones vendidos por Boeing. En estos momentos, dada la incapacidad china para suministrar aeronaves propias, todo el mercado se inclina hacia Airbus, incapaz también de atender la demanda. Pero eso es lo que está generando, al menos en un primer momento, la escalada de aranceles entre Estados Unidos y China (Boeing, obligada a repatriar más 737 desde China).
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