El plan de la nueva naviera saudita, que ya ha estrenado su primer crucero, es navegar por el Mediterráneo, se supone que compitiendo en los mismos destinos que la mayor parte de sus rivales, aunque, según dice, aspira a un segmento más elevado del mercado, tanto en precio como en calidad.
Aroya significa “sueño árabe” o, mejor dicho, “arabian roya” es el motivo de ese nombre. El primer buque tiene capacidad para 2.700 pasajeros y 1.500 tripulantes. El barco no había sido originalmente construido para los sauditas, pero estos lo enviaron nuevamente al astillero para que se adaptara a sus exigencias. Entre otras cosas, los sauditas le quitaron como 500 pasajeros de capacidad, para mejorar la calidad.
En realidad, los sauditas llevan unos meses ya navegando en el mar Rojo, pero ahora salen al Mediterráneo con su producto de más lujo.
Es habitual cuando se presenta un crucero nuevo enumerar lo que ofrece: incontables piscinas, salas de fiestas, restaurantes, tiendas, y suites algunas de las cuales tienen cuatrocientos metros cuadrados.
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