Michael O’Leary espera que “el sentido común va a prevalecer” porque en caso contrario, rechazará los aviones 737 que Boeing aún tiene que entregarle.
“Si imponen los nuevos aranceles a los aviones que nos tienen que entregar, lo más probable es que retrasemos la recepción”, dijo O’Leary en el Financial Times.
Los aranceles, en principio, gravan las importaciones a Estados Unidos y no las exportaciones. Pero es posible que Europa responda con la misma moneda, por un lado, y por otro los 737Max –y casi todos los aviones, también los de Airbus– tienen muchos componentes importados que si han de sufrir aranceles, se encarecerían.
Ryanair tiene que recibir 25 Max desde el mes de agosto en adelante, pero añade que si vienen con recargo perfectamente pueden esperar a bien entrado el año que viene. Prácticamente 600 aviones de su flota son Boeing 737 (todos los de Ryanair, Buzz y Malta Air) y apenas veinte son Airbus y operados todos en la flota de Lauda, la filial austriaca del grupo irlandés.
Delta, la aerolínea americana, también ha sido tajante en afirmar que no va a aceptar los 34 aviones Airbus que tiene comprados si su recepción supone aceptar un precio con recargo por los aranceles. “En esto –dijo Ed Bastian– quiero ser muy claro: no vamos a pagar”.
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