

Las búsquedas en Internet están cambiando de forma acelerada. No es una cuestión de si sucederá, sino de cómo adaptarnos. En 2023, el 37% del tráfico online fue generado por bots; en 2024, subió al 44% y en 2025 es probable que haya más bots que humanos navegando. Esto significa que cada vez más búsquedas las harán inteligencias artificiales en lugar de usuarios humanos.
Así como hoy nos parece impensable viajar con mapas en papel, las nuevas generaciones verán como algo natural que un asistente de IA haga la búsqueda y devuelva respuestas personalizadas sin necesidad de exploración manual. Este cambio implica una nueva forma de optimización web, ya que ahora debemos captar la atención tanto de las personas como de las IA.
Este nuevo escenario se divide en dos enfoques:
- AIO (Artificial Intelligence Optimization): optimización para búsquedas humanas asistidas por IA. Es la evolución del SEO, considerando que herramientas como AI Overview y AI Mode de Google ganarán protagonismo, mostrando respuestas directas sin necesidad de clics adicionales.
- GEO (Generative Engine Optimization): optimización para motores generativos que crean respuestas personalizadas a partir de múltiples fuentes, como Perplexity, ChatGPT Search o Gemini.
El AIO no es completamente nuevo. La tendencia hacia búsquedas en lenguaje natural ya se había visto con las búsquedas por voz. Las empresas que optimizaron su contenido para ello tendrán ventaja en esta transición. En el caso de la GEO, es fundamental entender que estos motores priorizan fuentes de autoridad con datos estructurados. Para competir en este entorno, los hoteles deben asegurarse de que su información esté bien estructurada y relevante para la IA, respondiendo a necesidades y preguntas en lenguaje natural. Los datos son la “gasolina” de las IAs, y quienes los proporcionen de manera clara, segura y organizada tendrán más visibilidad.
Las grandes plataformas, como OTAs y Tripadvisor, parten con ventaja, ya que manejan grandes volúmenes de datos y ya han cerrado acuerdos con motores de búsqueda para ganar visibilidad. Tripadvisor, por ejemplo, ha duplicado su tráfico orgánico tras integrar IA generativa en su plataforma.
Sin embargo, hay oportunidades para los hoteles. Uno de los aspectos clave será la gestión de la reputación online. No se trata solo de responder reseñas, sino de hacerlo estratégicamente, destacando conceptos clave y segmentos específicos. Esto aumenta la probabilidad de que la IA los recomiende en sus respuestas generadas.
Además, este panorama favorece la venta directa a través de estrategias de nicho. En la búsqueda tradicional, un blog optimizado ayudaba al posicionamiento; en la era de la IA, lo importante es que toda la web esté especializada en un segmento concreto. Por ejemplo, un hotel que reciba ciclistas, viajeros de negocios y cruceristas puede beneficiarse de tener sitios web diferenciados para cada público. Esto aumentará la relevancia del contenido y hará que los motores generativos prioricen esas páginas en sus recomendaciones personalizadas.
En este nuevo modelo de búsqueda, los chatbots de IA ya están enviando más tráfico a las páginas de inicio que Google. Adaptarse a esta transformación no es opcional: quien domine la optimización para IA asegurará su visibilidad en el futuro de la distribución hotelera.