
La historia es que Boeing está en reestructuración y que el Gobierno americano, dada la escasa fiabilidad de sus procesos de producción, ha limitado su capacidad de entrega del B737Max a sólo 38 aviones al mes. Pues bien, pese a ello, en los meses de enero, febrero y marzo de este año el fabricante americano apenas ha entregado seis aviones menos que Airbus, lo cual o habla bien de Boeing, o mal de Airbus, o un poco de las dos cosas (Las aerolíneas, en jaque por los retrasos de Boeing y Airbus).
Airbus no se aprovecha para nada de los problemas de Boeing: en los primeros tres meses de este año entregó 136 unidades mientras Boeing se quedó en 130, según las cifras oficiales que se acaban de publicar. Boeing mejoró notablemente respecto al año pasado. Y no sólo en la normalización de la producción del 737, sino que entregó 13 aviones 787 Dreamliners, siete 777 y cinco 767, en este caso para usos ajenos al pasaje. Gran mejora respecto de las 83 aeronaves del mismo periodo del año pasado.
Al margen de estos datos, es un hecho por un lado que Airbus no termina de mejorar su capacidad de producción para ponerse al día; también ocurre que Boeing, al margen de las cifras que han visto, tiene muy activa su rama militar, que está yendo bastante bien (26 aviones entregados contra 14 del año pasado), igual que la de Airbus, que tampoco contabiliza en estas estadísticas.