El tribunal de Malta ha impuesto una multa de 2.000 euros a un pasajero que interrumpió un vuelo procedente de Colonia por fumar a bordo y negarse a seguir las normas de la tripulación (Ryanair lleva a los tribunales al pasajero conflictivo que dijo ser diplomático).
Un portavoz de la compañía, que ha puesto en marcha una campaña para tratar de mejorar su imagen, tacha de “inaceptable que los pasajeros, muchos de los cuales viajan con familias jóvenes, se vean obligados a sufrir interrupciones innecesarias por el comportamiento de una persona conflictiva”.
Es por ello que celebra la decisión del tribunal de Malta y avanza que “seguiremos tomando medidas, incluyendo la prohibición de viajar, el apoyo a las investigaciones de las autoridades locales y la reclamación de daños y perjuicios civiles, para hacer frente a la mala conducta de los pasajeros a bordo de nuestros vuelos”.
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