26 de marzo. Un avión aterrizó en el aeropuerto de Dublín. Un rato después, reemprende la marcha a Stansted, en Londres. Procede directamente de Montreal Trudeau, donde Bombardier acaba de entregarlo a su propietario: Ryanair (Ryanair añadirá 29 nuevos Boeing 737 Max en 2025).
El avión, el único Bombardier de Ryanair, probablemente reemplace alguno de los tres Learjet 45 que tiene la compañía, que emplea exclusivamente a modo de ambulancias: vuelan con repuestos o ingenieros allí donde un avión B737 tiene problemas y necesita asistencia técnica. Los aviones son propiedad de Aviation Finance And Leasing, una sociedad maltesa cuyo único accionista es Ryanair.
El nuevo avión, un Challenger 3500, es el único que va a estar matriculado en la isla de Man, un pequeño territorio situado entre Irlanda y Gran Bretaña a donde, por cierto, Ryanair no tiene vuelos regulares.
Los tres Learjet se encuentran basados en Milán Bérgamo y en Londres Stansted.
Los aviones no son normalmente empleados por la dirección de la compañía. Al menos, el equipo de comunicación de Ryanair indica que O’Leary emplea vuelos regulares sin más.
Los tres aviones para mantenimiento tienen entre 12 y 21 años de edad. Algunos, incluso, son ya de segunda mano en su origen.
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