Todo el sector del transporte, también el aéreo y ferroviario, será parte de un paro general que se ha convocado en Bélgica para este lunes 31. Ninguno de los casi 250 vuelos programados en Zaventem, el primer aeropuerto del país, operará. Pero tampoco habrá vuelos desde Charleroi, que es el aeropuerto de las low cost, con Ryanair al frente (Hoy, paro total de la aviación en los aeropuertos de Bélgica).
No sólo no volarán los aviones, sino que el personal de los aeropuertos, sean de seguridad o de handling, han comunicado su adhesión a la acción de protesta.
La huelga se produce en un clima de virulento enfrentamiento social. No obstante, al margen de ese clima, el transporte lleva también tiempo protestando. Además de esta huelga, el transporte tiene convocadas 18 huelgas para los próximos cinco meses, con los ferrocarriles como el negocio más afectado.
Bélgica tiene fundamentalmente dos regiones: Valonia y Flandes, y en ambas se reproduce el malestar que ha llevado a esta huelga.
Los sindicatos mayoritarios hablan de que la actitud del gobierno del país es como una declaración de guerra al mundo de el trabajo. “Esta huelga es parte de un maratón de resistencia”, dicen los sindicatos, que hablan de que esta protesta, de una manera u otra, durará toda la legislatura.
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