
Los trece aeropuertos más importantes de Alemania pararon este lunes totalmente, dejando en tierra más de 3.400 vuelos. Frankfurt y Múnich fueron los más grandes que no operaron, pero la huelga abarcó también Colonia, Dusseldorf, Stuttgart o Hamburgo. El número de viajeros afectado fue de 560 mil. La primera aerolínea afectada fue Lufthansa y sus filiales (Hamburgo: paro aeroportuario sin aviso previo en domingo).
Las huelgas, porque no fue una única convocatoria, paralizaron los servicios de handling (que incluyen la atención a los aviones, carga y descarga, transporte de viajeros y check in y operativa de maletas) y de control de seguridad.
El handling afectó a 13 aeropuertos, mientras que los controles de seguridad pararon aún en más terminales.
Ryanair fue curiosamente la menos afectada, aunque también tuvo muchas cancelaciones. Si bien sus operaciones en aeropuertos como Berlín tuvieron que suspenderse, en Hahn, Weeze, Lubeck o Memmingen, por ejemplo, operó con relativa normalidad. Ryanair emplea estos aeropuertos pequeños como alternativas a Frankfurt, Dusseldorf, Hamburgo o Múnich, aunque están bastante más lejos.
La aerolínea irlandesa no tiene responsabilidad alguna en el hecho de que estos aeropuertos estuvieran operativos porque el conflicto afecta a las relaciones entre los sindicatos y los aeropuertos, no tiene que ver con las compañías aéreas.