En 2020 fue el Covid. Se entiende. En 2021, el aparcamiento de aviones que es muy caro y las cancelaciones de rutas. Bueno, tiene un pase. Pero que en 2022 ya verán porque vamos a por todas (IAG barre en beneficios a Air France-KLM y Lufthansa).
Desde 2022 las cosas en el mundo del transporte y del turismo empiezan a normalizarse, pero no para Lufthansa o para Air France. Las dos dicen que el combustible, que habían despedido mucha plantilla y que la tienen que volver a contratar, que el mercado chino está cerrado y que no pueden ponerse en marcha como quisieran. Ahora bien, en 2023 el mundo se va a enterar.
En 2023 descubren que habían dado de baja demasiados aviones. Y se dan cuenta, sobre todo Lufthansa, que volverlos a poner en marcha es carísimo. Y descubren que tanto Boeing como Airbus no pueden atender los pedidos. Y que la guerra de Ucrania les afecta. Y lo de Gaza. En el caso de KLM hay además un problema con el aeropuerto de Ámsterdam, que quiere limitar los vuelos. Y que también hay un problemilla con los costes, que van disparados. Pero en 2024 sí que van a por todas.
Llegó 2024 y todavía ha sido peor que en los años anteriores. En Air France, la culpa la tuvieron los Juegos Olímpicos. Ya se sabe que cuando un país los organiza las cosas van mal porque nadie quiere volar. O no. Pero les ha ido mal. Muy mal. Casi pierden dinero. A Lufthansa en 2024 también le han ido mal las cosas, pero esta vez por culpa de las huelgas. Y de la flota, que es antigua. Y de los retrasos en la renovación de la primera clase.
Pero ya verán que en 2005 despegarán y serán el no va más.
Desde luego, para hacer negocio puede que no sirvan, pero como lloronas son perfectos.
