Mi camino hasta la presidencia de SKA GROUP ha sido, como el de muchas mujeres en el sector turístico, un recorrido lleno de retos y decisiones difíciles. En una industria históricamente dirigida por hombres, cada paso ha implicado demostrar no solo mis capacidades, sino también la visión y el valor que aportamos como equipo. En muchas negociaciones fui la única mujer en la sala, y eso me obligó a defender mis ideas con aún más firmeza. Sin embargo, algo me ha acompañado siempre: la convicción de que la constancia, la disciplina y el trabajo bien hecho terminan hablando por sí solos.
He aprendido que el verdadero liderazgo no entiende de géneros, sino de compromiso, talento y de saber transformar cada reto en una oportunidad para hacer las cosas mejor. En SKA GROUP no nos limitamos a gestionar hoteles, los transformamos y los reposicionamos, elevando su valor y su propuesta de servicio. Esa mentalidad, basada en la excelencia y la innovación constante, es la que ha marcado mi camino.
No creo que las mujeres lideremos de forma diferente por el hecho de serlo. Cada persona aporta su carácter, su experiencia y su forma de entender el negocio. En mi caso, soy extremadamente exigente, tanto conmigo misma como con mi equipo. No me conformo con cumplir, quiero que cada hotel bajo nuestra marca sea una referencia en su segmento. Y esa búsqueda de la excelencia no tiene género: es simplemente una forma de entender la responsabilidad de liderar
A lo largo de mi carrera no he buscado referentes femeninos específicos, pero sí me inspiro a diario en las personas que me rodean. La verdadera inspiración está en el trabajo bien hecho, en los pequeños gestos y en la pasión con la que mi equipo afronta cada reto. Ese es el motor que me impulsa a seguir mejorando
Sonia Fleitas Rodríguez, Presidenta Ejecutiva de Ska Group. Fuente: Ska Group.
Uno de los mayores desafíos, y creo que muchas mujeres estarán de acuerdo conmigo, es la conciliación familiar. La realidad es que, en la mayoría de los casos, seguimos asumiendo una parte muy importante de las responsabilidades del hogar y la familia. En mi caso, compatibilizar la presidencia de un grupo hotelero con la crianza de mis hijos y el día a día familiar ha sido un ejercicio constante de organización, flexibilidad y adaptación.
He aprendido a priorizar, a delegar y, sobre todo, a aceptar que no siempre se puede llegar a todo. Aun así, creo que el sector y la sociedad tienen mucho margen de mejora para facilitar esa conciliación y permitir que el talento femenino crezca sin sentirse obligado a elegir entre su carrera y su vida personal
Desde mi posición, tengo muy claro que el talento no tiene género. En SKA GROUP apostamos por la meritocracia real, donde las oportunidades se generan por el valor que cada profesional aporta al proyecto. Creo firmemente en la diversidad como un factor clave para el éxito empresarial, y fomentamos un entorno donde todas las voces son escuchadas y respetadas. Esa riqueza de perspectivas es lo que nos permite adaptarnos a un mercado cada vez más complejo y cambiante.
Es cierto que el sector turístico y hotelero cuenta con una alta presencia femenina, pero esa representación sigue diluyéndose a medida que ascendemos a puestos directivos. Aunque hemos avanzado, el ritmo es lento. No se trata de crear cuotas, sino de derribar las barreras invisibles que, muchas veces, frenan el crecimiento profesional de las mujeres.
El sector necesita más mujeres en la toma de decisiones, no solo por justicia, sino porque esa diversidad es clave para construir un futuro más innovador, equilibrado y competitivo
En estos últimos años, he percibido un cambio positivo en la cultura empresarial. Hay más conciencia sobre la importancia de valorar a las personas por su talento y no por su género. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer. Es fundamental que el respeto, la profesionalidad y las buenas prácticas sean la base de cualquier relación empresarial, y eso solo se consigue con un cambio cultural profundo.
Las barreras que aún persisten tienen que ver, sobre todo, con los estereotipos y las expectativas que, consciente o inconscientemente, siguen condicionando las oportunidades. La verdadera igualdad llegará cuando dejemos de sorprendernos al ver a una mujer liderar grandes proyectos o negociar adquisiciones estratégicas. Cuando el talento sea el único criterio y el género deje de ser una variable, habremos dado el paso definitivo hacia una industria más justa, moderna y preparada para el futuro.
Sonia Fleitas Rodríguez
Presidenta Ejecutiva de SKA GROUP
