No puede haber economista que acierte los vaticinios cuando los comportamientos son contrarios al sentido común: Alemania está en crisis, con una economía que no crece, pero el turismo sigue al alza, como si nada (Galería-ITB: así son los stands de los destinos y las empresas de España).
Primero el balance de la temporada pasada: aumento del 20 por ciento sobre la normalidad prepandémica, con unas ventas de 83 mil millones de euros; con un aumento de las reservas del 6 por ciento sobre la temporada anterior. Muy importante aquí destacar que el crecimiento parece venir de mano de la turoperación tradicional, que el año pasado generó 40 mil millones de euros, un siete por ciento más.
El 2025 tiene buena pinta, también. Las encuestas dicen que una cuarta parte de los alemanes van a gastar más este verano. Pero hay datos inesperados: se han disparado las reservas tempranas, que permiten prever un aumento del once por ciento de las reservas.
Ya lo ven: en Gran Bretaña la turoperación tradicional de Jet2 consigue el liderazgo y lo mismo se detecta ahora de nuevo en Alemania. El 62 por ciento de las reservas del año pasado se hicieron por agencias de viajes, sea mediante sus webs o presenciales. Los cruceros crecieron un 18 por ciento, ciertamente no un buen dato para los ecologistas.
Por destinos, que es lo que más importa en España, seguimos líderes, con Turquía y Grecia detrás. O sea, nada nuevo. En la parte baja de la tabla sí hay cambios: crece mucho Egipto y Albania, pero ambos desde casi la nada.
