La España de Pedro Sánchez se ha convertido en una sociedad anestesiada donde ya nada parece sorprender ni escandalizar. Es la España del no pasa nada, donde una noticia relevante tiene un impacto relativo o directamente es silenciada mayoritariamente por los medios de comunicación. Y ya se sabe que lo que no se publica es como si nunca hubiese ocurrido.
Las últimas noticias sobre el rescate de Air Europa confirman el clima que se ha instalado en España, donde ni siquiera un posible tráfico de influencias de la esposa del presidente del Gobierno, que en cualquier país normal provocaría un escándalo mayúsculo y conllevaría dimisiones irrevocables, aquí pasa prácticamente desapercibido, como si no hubiese ocurrido nunca.
Porque resulta muy relevante conocer el papel que pudo tener Begoña Gómez para que Air Europa consiguiese el rescate público mucho antes que el resto de empresas turísticas. Y sobre este episodio resulta realmente impactante que el comisionista Víctor de Aldama haya confirmado que Gómez aprovechase el encuentro de San Petersburgo con Javier Hidalgo para llamar a su marido y preguntarle sobre el rescate de Air Europa. Y la llamada se produjo delante del propio Hidalgo y de Aldama, según la información que ya está en manos de los jueces.
El propio Aldama ha confirmado que Gómez habló “en varias ocasiones” con Sánchez estando a él a pocos metros. Y ha asegurado que también tiene mensajes de la esposa del Gobierno relacionados con Air Europa, con su filial Wakalua y también sobre la OMT.
Además de aquella noche de confesiones y copas en un hotel de San Petersburgo, donde Gómez compartió amigable y relajadamente con Hidalgo y el propio Aldama, la esposa del presidente mantuvo hasta siete encuentros con el comisionista contratado por Air Europa para hacer negocios, según ha declarado el propio intermediario contratado por Globalia (Air Europa: Begoña se vio 7 veces con el comisionista Aldama para hacer negocios)
El propio Aldama ha dicho que está dispuesto a declarar ante el juez que investiga a la esposa del presidente por cuatro posibles delitos y aclarar el papel de Gómez en el rescate de Air Europa, su influencia, sus gestiones para acelerar el pago de las ayudas de una aerolínea que perdía un millón de euros cada día. Pero es probable que si Aldama llega a declarar algún día y presenta pruebas concluyentes, como las difundidas sobre Reyes Maroto que han dejado a la exministra como una mentirosa, se creará un clima para desprestigiar al empresario, dirán que son bulos, que no hay que hacer caso a un delincuente confeso y, por lo tanto, el asunto quedará diluido en poco tiempo en esta España donde nunca pasa nada.
¿Se podría decir que Gómez se sentía en deuda con Javier Hidalgo por apoyarla con Africa Center a través de Wakalua? Es una evidencia que Wakalua se convirtió en un gran instrumento para que los Hidalgo tuviesen hilo directo con la esposa de Sánchez. Wakalua, filial de Globalia, firmó un convenio que consistía en el abono de 25.000 euros anuales a la fundación de Begoña Gómez con motivo de unos premios organizados por Globalia para reconocer proyectos de innovación turística. (Así era el acuerdo de Air Europa con la fundación de Begoña Gómez)
Cuesta creer que Globalia apoyase económicamente a Gómez a cambio de nada, que en los diversos contactos de la esposa del presidente con Javier Hidalgo y Aldama no se hablase sobre el rescate de Air Europa, sobre la necesidad de tener un trato especial por parte del Gobierno para evitar la quiebra de la aerolínea. Pero da la sensación de que cualquier cosa que se diga, o incluso se demuestre sobre este tema, interesa muy poco en esta España donde ya es habitual que nunca pase nada.
