Los periódicos turísticos de Italia suelen publicar cada mes el calendario de huelgas en el transporte que afectan a trenes, autocares, buses urbanos, controladores, pilotos, personal de tierra y otros trabajadores de la aviación. A diferencia de otros países, los medios ya no publican las reivindicaciones porque parecen ser un asunto menor, dado que desde hace ya décadas estas huelgas se suceden periódicamente.
No suelen ser paros catastróficos porque en general afectan unas pocas horas y más o menos el país sigue funcionando.
Este miércoles debía de ser un día así, pero todo degeneró porque afectó al personal de tierra de los aeropuertos de Malpensa, Fiumicino (los dos más grandes del país), Nápoles, Catania y Venecia, pero también porque hubo un incendio en la torre de control de Ciampino, en Roma, agravando el caos.
El incendio en realidad tuvo lugar fuera de la torre de control, pero esta tuvo que ser evacuada y, por ende, todos los vuelos suspendidos. El principal operador del aeropuerto es Ryanair.
Al margen de estos paros, los trenes de Milán y del resto de Lombardía pararon por 24 horas.
No obstante, lo más grave fue la movilización de los cargadores de maletas en varios aeropuertos, afectando a Wizz Air, Easyjet y Ryanair. ITA informó que pararían sus vuelos, por lo que pidió a los viajeros que estuvieran atentos.
