Este jueves por la tarde, Donald Trump compareció ante los medios y habló del accidente del avión CRJ que trabajaba para American Airlines y que provocó 64 muertos el miércoles por la noche en Washington DC. En su intervención no llegó a afirmar con estas palabras que Obama y Biden fueran culpables del accidente, pero sí los acusó de haber aceptado que personas de baja cualificación accedieran a servicios de gran responsabilidad como es el control aéreo, lo cual es igualmente muy duro (Un avión con 64 personas se estrella con un helicóptero en Washington).
Obviamente, en estos momentos se sigue sin saber por qué el piloto del helicóptero continuó su vuelo en dirección al avión, que parece que estaba operando absolutamente dentro de lo que le habían permitido de las torres de control.
Trump amplió sus explicaciones: dijo que cuando él llegó al poder hace ocho años, derogó todas las políticas que introdujo Barak Obama en la aviación y que permitían que trabajos delicados como el control aéreo no se basaran exclusivamente en la competencia. Trump mencionó específicamente el término “inteligencias superiores”, haciendo referencia a que sólo los mejores deben tener estos trabajos.
Acusó a Biden de que, al retorno al poder de los demócratas, no sólo recuperó las prácticas de Obama, sino que fue más allá, prácticamente sin exigir ningún conocimiento (supongo que es una licencia) para acceder a estos trabajos.
Inmediatamente después, Sean Duffy, el nuevo secretario de Transportes nombrado por Trump, que había estrenado su cargo el mismo miércoles en que cayó el avión, en su segundo día al mando de su área, firmó ante la prensa la supresión de todas las políticas ministeriales que premiaban la diversidad, la igualdad y la inclusión, permitiendo que el único factor que sea decisivo en la entrada de controladores aéreos (no sólo, porque el ministerio abarca muchas otras áreas) sea el mérito y la competencia profesional.
Para que vean cómo están las cosas en Estados Unidos con estos temas.
