Ryanair pierde a su aliado en el Gobierno de Pedro Sánchez. El ministro de Transportes, Óscar Puente, que siempre había mostrado buena sintonía con la low cost irlandesa (con visita incluida a su centro de operaciones en Dublín), muestra ahora su malestar con la estrategia adoptada por la aerolínea, en guerra con Aena por las tarifas aeroportuarias y su política de incentivos (Ryanair busca el apoyo de Óscar Puente en su guerra con Aena).
“Le expreso mi disconformidad con el tono conminatorio y un tanto insolente de la carta que como CEO de Ryanair me envió el pasado 21 de enero”, expresa Puente en una misiva remitida a Eddie Wilson, quien le instó a expresar “su visión como ministro” antes de iniciar una ronda de contactos con las comunidades autónomas (Aena alerta sobre Ryanair: “Estamos ante un grave desafío”).
Según revela Cinco Días, en su respuesta, Puente pide a la compañía que “se replantee su posición para seguir trabajando juntos y regresar al statu quo ante, es decir, la situación previa al anuncio de reducir las 800.000 plazas” (Ryanair suprime 800.000 plazas en aeropuertos regionales de España).
El ministro le recuerda que “la política de transportes y de infraestructuras de nuestro país la define exclusivamente el Gobierno de España y está al servicio del interés general y no del interés particular de empresas concretas; y esta no puede estar sometida a presiones ni imposiciones de ninguna línea aérea”.
Según expone Puente, Aena ofrece a las compañías aéreas una política de incentivos “en igualdad de condiciones”. Advierte, además, que “los planes comerciales de Ryanair podrían vulnerar la Ley 18/2014 y, también, el marco de ayudas de Estado de la Unión Europea, porque solicita subvenciones públicas a los gobiernos regionales durante varios años continuados”.