Al ministro Óscar Puente se le conoce más por sus peleas en las redes sociales que por realizar una gestión brillante al frente del Ministro de Transportes, pero la polémica que está protagonizando con Ryanair por las tasas de Aena puede resultar muy cara para el turismo español y hundir definitivamente aquellos aeropuertos que tienen un poco de tráfico gracias a la aerolínea irlandesa.
La polémica entre Ryanair, Aena y Óscar Puente ha ido de menos a más durante la última semana y nada hace prever que habrá un final feliz. De momento, Ryanair ha dejado de operar en los aeropuertos de Valladolid (la ciudad en la que el ministro fue alcalde), Jerez y ha reducido sus servicios en Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander. El argumento que defiende Ryanair es que las tarifas aeroportuarias son demasiado altas (Ryanair suprime 800.000 plazas en aeropuertos regionales de España).
Ryanair ha suspendido en España 800.000 plazas aéreas y ha eliminado 12 rutas. Los aeropuertos más afectados serán aquellos que apenas tienen tráfico aéreo, los que han ganado el calificativo de “fantasmas”. Lejos de buscar una solución al conflicto, Óscar Puente ha dicho que no piensa reunirse con Ryanair hasta que no restituya toda la actividad aérea que ha suspendido y aquella que ha reducido.
Aena esgrime que las tasas son públicas, que no engaña a nadie, y que siempre da las máximas facilidades a las compañías que operan en aquellos aeropuertos con poco tráfico aéreo. Ryanair ha contestado que en aquellos aeropuertos donde el tráfico sigue estando por debajo de las cifras de prepandemia las tasas deberían rebajarse, ser más competitivas.
Lejos de buscar una salida para no perder tráfico en aquellos aeropuertos donde resulta noticioso ver algún pasajero, el departamento de Oscar Puente ha tachado a Ryanair de actuar de manera “chantajista”. En pleno debate, el Ayuntamiento de Valladolid ha estallado ante la inacción de Puente para resolver el conflicto. “Con el señor Puente no sólo no tenemos más vuelos, sino que tenemos menos vuelos, esa es la realidad de Villanubla, esa es la situación en la que nos encontramos, la inacción como santo y seña en materia aeroportuaria”, ha insistido el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero.
Mientras tanto, Ryanair ha difundido en su página web las tasas que paga por pasajero y país, donde se refleja que en España el coste puede oscilar entre los 24 y los 7 euros, y que los usuarios del aeropuerto de Jerez, el más afectado por la decisión de la aerolínea irlandesa, pagan lo mismo que aquellos que viajan a Palma o Ibiza.
Desde la aerolínea irlandesa confiaban en que Puente pudiese solventar el conflicto después de que el pasado año el propio ministro se hiciese una fotografía con Michael O’Leary en Dublín. El objetivo de aquel encuentro era mostrar públicamente unas supuestas buenas relaciones que a la hora de la verdad no han tenido ningún efecto. (Ryanair busca el apoyo de Óscar Puente en su guerra con Aena)
“El ministro tiene dos opciones: puede seguir respaldando la política fallida de aeropuertos regionales de Aena o puede exigirle un plan de crecimiento que atraiga a las compañías aéreas”, sostiene la low cost irlandesa (“Aena ha engañado repetidamente a Ryanair y a los españoles”).
Mientras algunos países buscan incentivos para captar aerolíneas y generar actividad turística en las zonas que quieren crecer turísticamente, la estrategia de Aena y del ministro Puente es radicalmente diferente: permiten que los aeropuertos con un tráfico aéreo residual se queden prácticamente vacíos, y que sigan siendo deficitarios, para no negociar una rebaja de tasas con las compañías aéreas.
En todo el territorio español, Aena gestiona 46 aeropuertos, de los cuales 32 gastan más de lo que ingresan y 5 tienen menos de treinta pasajeros diarios. España es uno de los países que más aeropuertos por metro cuadrado tiene. Mientras los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Baleares y Canarias son rentables, el de Huesca registra una media de un pasajero diario.