Luis Gallego, el presidente del grupo IAG, dijo ayer que no apoya la ampliación del aeropuerto de Londres Heathrow, el más congestionado de Europa, en el que British Airways tiene su base principal, porque ahora exige una bajada de las tasas e impuestos que el gobierno aplica a la aviación (La izquierda permite otra pista más en Heathrow y en Gatwick).
Desde hace ya años, British Airways ha venido lamentando que Heathrow, el aeropuerto de Londres, esté colapsado. Y pidió por activa y por pasiva la ampliación urgente. Nunca tuvo suerte porque los diversos gobiernos fueron encontrando razones para oponerse. Boris Johnson, por ejemplo, quería cerrarlo y abrir otro mucho más grande en una isla en la desembocadura del Támesis, en lo cual no se avanzó jamás.
Pero ahora los laboristas dicen que aprueban la ampliación y, entonces, la respuesta de Gallego es que las tasas e impuestos actuales no son adecuados. “Las inversiones en Heathrow son muy elevadas y esos gastos al final se tienen que transferir al cliente”, advierte. “Como consecuencia es el aeropuerto es el más caro del mundo, pero la experiencia de los viajeros no nota ese valor”, añade.
Por lo tanto, dijo que si el actual modelo se mantiene, no apoyará la ampliación.
