La Comisión Europea acaba de dictaminar que Lufthansa ha de seguir ofreciendo precios políticos a Condor, la aerolínea turística alemana, en sus conexiones desde las ciudades alemanas a Frankfurt, para que pueda seguir siendo competitiva (Revés para Condor: Lufthansa no alimentará más su base).
La intervención de la Comisión tiene estos antecedentes: Lufthansa fue la propietaria de Condor muchos años. En esa época, la matriz llevaba a los viajeros con sus redes de vuelos domésticos alemanes, desde todo el país a Frankfurt, donde está la gran base de largo radio de Lufthansa y también de su filial Condor.
Condor después pasó a ser propiedad de Thomas Cook y entonces, al cerrar el turoperador quedó en una situación delicada, rematada por la pandemia. Desde ese momento, sobrevivió con las ayudas públicas, como Lufthansa, por cierto.
Pasada la pandemia, un fondo de inversión británico compró Condor y con una gestión brillante ha cambiado la flota y ha reposicionado la aerolínea: hoy capta viajeros en toda Alemania, los lleva a Frankfurt en aviones de Lufthansa, a precios políticos como siempre, y los transporta a Estados Unidos y el Caribe. Un negocio que marcha viento en popa.
Pero ocurre que Lufthansa ahora tiene su propia Condor que se llama Discovery. Con esta aerolínea está compitiendo con Condor, por lo que además decidió dejar de cobrar a Condor precios políticos. La afectada recurrió a los tribunales alemanes y estos le dieron la razón a Lufthansa, por lo que Condor ya anunció que va recomponer su cartera de rutas: Frankfurt y su región no tienen viajeros suficientes para alimentar tanta oferta y, por otro lado, pagando los enlaces desde las ciudades alemanas a precios elevados, el negocio se esfuma.
Sin embargo, ahora interviene la Comisión Europea, que considera que lo que está ocurriendo es que Lufthansa está ahogando a un posible rival. De forma que ha dictaminado que ha de mantener los acuerdos que benefician a Condor.
Esta medida sería transitoria, mientras la Unión estudia los acuerdos entré United, Air Canadá y Lufthansa, que controlan las rutas desde Centroeuropa a Estados Unidos y ahogan a todo competidor.