Un tripulante de cabina de Swiss ha fallecido después de haber permanecido siete días en un hospital debido a la inhalación de humo en un vuelo operado el pasado 23 de diciembre entre Bucarest y Zúrich.
Según ha explicado la compañía, el avión tuvo que desviarse de emergencia a Graz (Austria) “después de que se produjeran problemas en el motor y se formara humo en la cabina de mando”. “Debemos comunicar, con el más profundo pesar y tristeza, que nuestro joven compañero ha fallecido en el hospital de Graz”, lamenta.
Jens Fehlinger, su director general, se muestra “desolado por la muerte de nuestro querido compañero”. “Su pérdida nos ha dejado a todos en una profunda conmoción y dolor. Nuestros pensamientos están con su familia, cuyo dolor no podemos imaginar. Les expreso mi más sentido pésame en nombre de todos los que formamos parte de Swiss. Y, por supuesto, haremos todo lo posible para ayudarlos y apoyarlos en este momento extremadamente difícil”, añade.
Por su parte, Oliver Buchhofer, director de operaciones, se compromete a colaborar con las autoridades para determinar las causas del accidente. “Tenemos muchas preguntas y queremos que nos las respondan. Queremos agradecer especialmente a los responsables de Graz, en particular a los servicios de emergencia locales, que han prestado a nuestros pasajeros y a los miembros de nuestra tripulación ayuda y apoyo”, concluye.