
Las agencias de viajes no son ajenas a la situación económica que atraviesa Volotea. Según ha podido saber Preferente, algunas de ellas ya han empezado a desviar ventas a otras compañías aéreas ante las dudas que han surgido por los resultados que viene registrando (Volotea pierde casi 100 millones y aplaza el pago del rescate).
La aerolínea comandada por Carlos Muñoz, que prevé superar los 17 millones de pasajeros desde y hacia España en 2025 (su capacidad crecerá un 9%), encadena cinco años de pérdidas y se ha visto obligada a aplazar el pago de 36,2 millones de euros que debía abonar por el rescate estatal a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y a los bancos que le concedieron un préstamo con el aval del ICO.
Preguntado acerca de esta cuestión, el presidente de UNAV, José Luis Méndez, explica que “la situación preocupante y crítica” que atraviesa la compañía genera “incertidumbre” a la hora de vender un billete de avión. “Nos hace dudar”, reconoce en declaraciones a Preferente.
Sin embargo, espera que “se solucione”. “Este es mi deseo, por el bien de todos. Las frecuencias y destinos que vuela Volotea son importantes para la economía española, por lo que debería poner los medios para que se siguiera operando”, concluye.
Como reveló Preferente, la aerolínea, que recibió una inyección estatal de 200 millones de euros, concluyó 2023 con un agujero patrimonial de 423 millones de euros en 2023, frente a los 316 millones de 2022 y a los 159,9 millones de 2021. Además, perdió en dicho ejercicio 97,5 millones, siendo el quinto año consecutivo con balance negativo (Volotea: su fondo de maniobra negativo se dispara a 240 millones).
Según recogen las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la empresa tenía al cierre de 2023 un fondo de maniobra negativo de -240,18 millones de euros, 105 millones peor que en 2022, cuando fue de -135,18 millones (Volotea: su agujero patrimonial se dispara hasta 423 millones). El fondo de maniobra negativo sucede cuando un negocio carece de los recursos necesarios para hacer frente a los pagos a corto plazo, lo que representa un claro riesgo de que no haya dinero para pagar a los proveedores, lo que conduce a muchas empresas a declararse insolventes.