A lo largo de 2024 algunas compañías del sector turístico se han visto obligadas a entrar en concurso de acreedores afectando a buena parte de sus clientes y colaboradores, como ha publicado HOSTELTUR. Estos son los turoperadores, agencias y aerolíneas más destacados que cesaron su actividad en los últimos 12 meses.
Una de las quiebras que ha traído mayores consecuencias ha sido la del turoperador FTI Group que el lunes 2 de junio anunció su bancarrota tras una deuda a la administración alemana de casi 1.000 millones de euros.
Esta quiebra ha supuesto una oleada de reclamaciones de acreedores que deberán ser examinadas por el administrador concursal, Axel Bierbach, centrada hasta ahora en la liquidación de los principales activos del tercer grupo turístico de Europa.
Según informó Bierbach el pasado mes de noviembre, la deuda de FTI asciende a 840 millones de euros. Pero lo peor es que ha comunicado a los acreedores de que las posibilidades de que recuperen el capital son escasas. En resumen, analizar las reclamaciones llevará años, y todo para al final obtener solo una pequeña parte de lo adeudado. No obstante, estas cuentas afectan a las empresas, porque los clientes ya han recuperado el dinero de sus viajes.
Sede de FTI Touristik, matriz del grupo FTI. Fuente: FTI
Otras de las quiebras del año han sido la protagonizada por un nuevo turoperador: We-Flytour, de origen turco, que se declaró en quiebra el pasado mes de noviembre cancelando todos los viajes y obligando a una nueva actuación del fondo de garantía alemana DRSF, cinco meses después de estrenarse con la quiebra del tercer mayorista de viajes del mercado alemán, FTI Group.
El fondo explicó en un comunicado que “la insolvencia afecta a unos 1.500 viajeros que ya se encuentran en destinos de vacaciones, principalmente en Turquía y Egipto”. Asimismo, recordó que los paquetes turísticos reservados a través de esta marca “están asegurados a todo riesgo” por el DRSF.
En cuanto a las compañías aéreas, Spirit Airlines, una de las mayores compañías de bajo costo de Estados Unidos, se declaró en quiebra para reducir el apalancamiento de su saldo y poder sobrevivir en el mercado. Esta medida no supone el cierre de la toalla, que sigue manteniendo con normalidad tanto los vuelos, como la venta de billetes y las reservas, así como el resto de operaciones.
Con sede en Florida, Spirit Airlines atravesó una crisis financiera desde enero, cuando Jetblue rompió su acuerdo para comprar la empresa por 6.600 millones de dólares; previamente, el Departamento de Justicia se había opuesto al acuerdo por infringir las leyes antimonopolio.
La declaración de quiebra no implica el cese de operaciones de Spirit Airlines. Fuente: Archivo Hosteltur
El acuerdo de reestructuración, que comienza desde la declaración de quiebra, efectuada en noviembre, cuenta con el apoyo de una gran mayoría de los tenedores de bonos y se ha hecho de modo voluntario. De esta forma, la compañía confía en reducir la deuda y conseguir una mayor flexibilidad financiera y permitir mantener la actividad a largo plazo.
Otra aerolínea quebrada durante 2024 ha sido la low cost brasileña GOL que se acogió al Capítulo 11 de la ley de Quiebras de los Estados Unidos ante un tribunal de ese país, a comienzos del año, pidiendo la protección anti bancarrota. La reducción comenzará con todas sus operaciones durante el proceso de reestructuración y asegura que el servicio al cliente no se verá afectado.
La aerolínea dijo que entró en el proceso del Capítulo 11 con un compromiso de financiación de 950 millones de dólares (878 M€) por parte de los tenedores de bonos del Grupo Abra, propietario de Gol. Ese financiamiento, que está sujeto a la aprobación judicial, proporcionará a Gol suficiente liquidez para respaldar sus operaciones regulares mientras se reestructura, afirmó la compañía en un comunicado.
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