La aerolínea llegó recientemente a un acuerdo para retrasar el abono de 36 millones del rescate estatal y el crédito ICO
El fondo de maniobra negativo de Volotea se agrava de forma alarmante. Según se desprende del informe de resultados depositado por la aerolínea en el Registro Mercantil, se situó en 2023 en -240,18 millones de euros, 105 millones peor que en 2022, cuando fue de -135,18 millones (Volotea: su agujero patrimonial se dispara hasta 423 millones).
¿Qué significa este indicador? El fondo de maniobra negativo sucede cuando un negocio carece de los recursos necesarios para hacer frente a los pagos a corto plazo, lo que supone un claro riesgo de que no haya dinero para pagar a los proveedores, lo que conduce a muchas empresas a declararse insolventes.
Por otro lado, la ratio de liquidez también empeora de forma sustancial, situándose en el 0,43, resultado de dividir el activo corriente, que incluye todos aquellos activos líquidos que se pueden convertir en efectivo en un plazo inferior a un año, y el pasivo corriente, consistente en la suma de las deudas y obligaciones a las que debe hacer frente en el mismo tiempo. El primero es de 184,6 millones y el segundo es de 424,8 millones.
Cabe recordar que Volotea logró el pasado 12 de noviembre un acuerdo clave para mantenerse en pie, si bien el mismo ya demostró la delicada situación que atraviesa. La aerolínea que comanda Carlos Muñoz aplazó entonces el pago de 36,2 millones de euros que debía abonar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), por el rescate estatal de 200 millones, y a los bancos, por el préstamo avalado por el ICO de 150 millones (Volotea pierde casi 100 millones y aplaza el pago del rescate).
Como publicó Preferente, la compañía cerró 2023 con un agujero patrimonial de 423 millones de euros en 2023, frente a los 316 millones de 2022 y a los 159,9 millones de 2021. Además, perdió en dicho ejercicio 97,5 millones, siendo el quinto año consecutivo con balance negativo.