Tras la noticia de la supresión de los vuelos de Cóndor desde Alemania a Cuba, después de casi 30 años de operación, ahora se ha sabido que Sunwing Vacations Group, un mayorista canadiense, ha retirado 26 hoteles de su portfolio en la isla caribeña.
No se trata de una noticia más porque Canadá es, con diferencia, el mayor emisor de turistas hacia Cuba, con lo que el impacto de esta decisión es notable.
La razón para esta retracción son los apagones de luz, de los cuales la isla está viviendo una seguidilla. A finales de octubre hubo uno de cuatro días, después hubo otro más justificable porque se vincula con el huracán Rafael, pero el tercero, el 4 de diciembre, debido a la avería de la principal central eléctrica, complica todo.
Sunwing defiende el producto cubano en cuanto a atractivos, pero no es posible tener a los clientes durante días en esas condiciones. Algunos hoteles disponen de equipos autónomos, pero el resto del país está en condiciones paupérrimas que impiden al turista sentirse cómodos.
El problema para Cuba es mayúsculo porque el turismo es hoy su principal fuente de ingresos, incluso con estas noticias negativas. La reducción del número de visitantes complica la posibilidad de financiar la solución de los problemas que causan el malestar turístico, creando un círculo destructivo.
Lessner Gómez, el director de la oficina de turismo en Toronto, Canadá, dijo que este invierno no habrá problemas, aunque la credibilidad de Cuba en los mercados y en estos momentos es baja.