Los pedidos de aviones procedentes de la India amenazan con colapsar completamente a los dos grandes fabricantes de aviones. No parece cercano el momento en el que India compre aviones chinos, dada su acusada rivalidad y hasta hostilidad. El último fueron cien aviones más este lunes, por parte de Air India, de los cuales 90 son de la familia A320 y 10 son A350 (La aerolínea más nueva de India compra 150 Boeing 737 Max).
Para refrescar, hay que tener presente que, el año pasado, la aerolínea de la familia Tata había encargado 470 aviones nuevos, de los que 250 eran Airbus. Boeing, por supuesto, era el rival que se llevó el resto del encargo. No hay que confundir esto con la compra de 500 aviones también a Airbus por parte de la india IndiGo, su competidora. En total, pues, 850 aparatos encargados en la India al fabricante europeo.
La aerolínea de los Tata no ha dicho qué modelo de avión 350 escoge, pero sí ha asegurado que los motores serán Rolls Royce. En los aviones de un pasillo, optará por el CFM Leap.
También contrata el servicio de seguimiento y mantenimiento de los aviones que ofrece Airbus y que es una de las partes más importantes de su negocio.
La proporción de aviones de cada tipo confirma que Air India quiere convertirse en una aerolínea de largo radio pero que, sobre todo, lo más importante del crecimiento es en el corto radio o, lo que es lo mismo, en vuelos domésticos en la propia India, que está viviendo un boom económico comparable con el que China registró hace unos veinte años y que, de alguna manera, aún perdura.
