En los últimos años, la inteligencia artificial ha ganado terreno en la industria hotelera, y el revenue management no ha sido una excepción. Esta tecnología, que comenzó como una herramienta para el análisis de datos y la previsión de tendencias, ha evolucionado hasta automatizar decisiones e incluso contextualizarlas. Ante estos avances, la pregunta clave que surge es: ¿estamos ante la evolución del revenue manager tradicional o nos dirigimos hacia su desaparición?
El surgimiento de la IA como copiloto: ¿colaborador o competidor?
La IA no solo se limita a procesar datos; también ha comenzado a tomar decisiones que antes eran dominio exclusivo de los gestores de ingresos. Esto ha despertado inquietudes en el sector. Algunos profesionales sugieren que los hoteles más pequeños y menos complejos serán los primeros en adoptar la automatización completa, prescindiendo de revenue managers humanos. En su opinión, la tecnología ya puede gestionar precios e inventarios de manera eficiente en estos casos.
Sin embargo, en hoteles medianos y grandes, donde la complejidad es mayor, los gestores de ingresos seguirán desempeñando un papel esencial. Aquí, la IA actúa como un “copiloto”, manejando tareas rutinarias y liberando a los humanos para que se concentren en la estrategia general. En concreto, la IA permitirá a los revenue managers enfocarse en tareas más humanas, como la extrapolación, la hipótesis y la empatía. En lugar de reemplazarlos, la IA redefinirá sus funciones, haciendo que el perfil de los gestores se incline más hacia un enfoque técnico y estratégico.
¿Una evolución necesaria o el fin de una era?
Muchos expertos coinciden también en que la automatización impulsada por la IA marcará un cambio profundo en la naturaleza del revenue management. Thibault Catala, fundador de Catala Consulting, advierte en Hospitality Net, que el puesto tradicional de revenue manager podría desaparecer en cinco años, al ser reemplazado por herramientas de IA o integrarse en otros departamentos, como el comercial. No obstante, Catala también señala que aún es necesario un enfoque humano en ciertas áreas que la IA no puede replicar, como la experimentación o la influencia comunicativa.
En este sentido, Pablo Torres, director de Teduka, plantea una visión más crítica: con la automatización total, el revenue manager, tal como lo conocemos, dejará de existir. Torres cree que las máquinas están reemplazando el trabajo mental, no solo el manual, y que, eventualmente, la IA tomará decisiones más rápidas y precisas que los humanos. Aquellos que entiendan cómo aprovechar la IA en su favor serán los verdaderos ganadores en esta nueva era.
La necesidad de una adaptación estratégica
A pesar del avance de la IA, otros expertos coinciden en que los revenue managers no desaparecerán por completo, sino que deberán adaptarse. En su opinión, la IA no busca eliminar puestos de trabajo, sino optimizar las operaciones y ofrecer mejores resultados. La clave, aseguran, está en integrar la tecnología con la interacción humana, asegurando que los revenue managers aprovechen el poder de la IA para tomar decisiones más informadas y ágiles.
Esta perspectiva es compartida, por ejemplo, por Max Starkov, consultor de tecnología hotelera. Para Starkov, un sistema de gestión de ingresos basado en IA puede tomar millones de decisiones de precios en tiempo real, algo que sería imposible para un revenue manager sin el apoyo de la automatización. Sin embargo, sostiene que los hoteles de alta gama seguirán necesitando la supervisión humana, ya que la IA aún no puede replicar por completo el conocimiento estratégico y la intuición humana.
Los desafíos de la IA: la importancia del toque humano
Simone Puorto, futurista y CEO, plantea un giro interesante: en lugar de preguntarnos si la IA reemplazará a los revenue managers, deberíamos reflexionar sobre cómo será el futuro de los revenue managers humanos en la era de los “copilotos” de IA. A medida que la tecnología avance, los humanos seguirán aportando ese “toque mágico”, la intuición y la empatía que las máquinas aún no pueden replicar. Y es que, incluso el coche más rápido, necesita un piloto. Es decir, aunque la IA puede gestionar los aspectos técnicos del revenue management, los humanos seguirán siendo esenciales para configurar estos sistemas y para traducir las decisiones en estrategias comprensibles para el resto de la organización.
La IA como aliada en la nueva era del revenue
En definitiva, lejos de ser una amenaza, la IA puede convertirse en el mejor aliado de los revenue managers, tal como sucedió en su momento con las soluciones de Business Intelligence. No hace tanto, algunos profesionales temían que las herramientas de BI harían que los revenue managers fueran redundantes. Sin embargo, estas soluciones terminaron por mejorar su trabajo, automatizando tareas repetitivas y liberándolos para centrarse en lo estratégico. Por ello, lo más probable es que ocurra un impacto similar con la IA, que permitirá a los gestores de ingresos optimizar su tiempo y tomar decisiones más eficaces.
Pero, ¿qué piensan los profesionales en nuestro país? Hemos lanzado la pregunta que abre este reportaje a expertos de empresas tecnológicas y también a profesionales del revenue. A continuación te lo contamos.
La opinión de los expertos
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