El 22 de mayo de 2020, en plena pandemia, un Airbus A320 se estrelló en el centro de Karachi, causando 98 muertos. En ese vuelo, curiosamente, sobrevivió un pasajero que era una de las personas más ricas de Pakistán. Después del accidente, las autoridades del país empezaron a descubrir que incontables pilotos que tenían licencias oficiales en realidad las habían comprado mediante sobornos, por lo que se destapó un escándalo superlativo (Europa prorroga la prohibición para Pakistán).
La EASA, agencia europea de seguridad, que ya tenía incontables incidentes protagonizados por Pakistan International Airlines, decidió en junio de 2020 incorporar a la compañía a la lista negra de empresas que tienen prohibido volar por el espacio aéreo europeo por razones de seguridad. Sin embargo, Pakistan Airlines ha estado mejorando sus procedimientos y comprobando que sus pilotos estaban debidamente formados y ahora Europa le ha vuelto a conceder el permiso para volar.
El balance de estos cuatro años es que 262 de los 860 pilotos del país, con licencia para operar, eran falsos. De ellos, 141 de los 434 de Pakistan International, la primera aerolínea del país. Falsos significa que su documentación no era legal porque no habían hecho los cursos necesarios, lo cual no siempre significa que no sepan operar un avión.
El ministro de Defensa, Khwaja Asif, se congratuló del anuncio que permitirá ahora que la aerolínea pueda generar más confianza. Europa es importante para PIA por sus vuelos a Gran Bretaña, donde la colonia de pakistaníes es importante. Actualmente sólo conserva una ruta de largo radio a Canadá.
Pakistán está privatizando su aerolínea, lo cual era inviable si el cierre del espacio europeo se mantenía.