Víctor de Aldama, que no da puntada sin hilo, se lo dijo a Carlos Herrera en la COPE: “Nos quedamos a solas los tres en la terraza del hotel de San Petersburgo”. Los tres eran Begoña Gómez, Javier Hidalgo y el propio Aldama.
El ex asesor de Air Europa le contó al comunicador que mandaron a los escoltas a sus habitaciones (se supone que sería la mujer del presidente, pues son los encargados de su seguridad). Y allí, en la noche -madrugada de la imperial ciudad rusa- los tres se quedaron hablando de lo divino y de lo humano. De tertulia, manifestó, en el “ rooftop” bar contemplando las bellezas de la nada lejana Leningrado.
“¿Conoce usted a la señora Begoña Gómez?”, le preguntaba este miércoles Herrera a Aldama. El comisionista contestaba sin titubear: “Sí, claro, he estado con ella en varias ocasiones”. “En la reunión de la OMT en San Petersburgo, en el hotel donde nos alojábamos, arriba en el rooftop, estuvimos con ella Javier Hidalgo, otras dos personas que estaban con ella y yo”, relataba Aldama.
El empresario, que negó haber estado con la esposa del presidente en la Moncloa, añadía: “Para hacerle recordar a la señora Gómez, porque luego dirán que digo mentiras, hubo un momento en que ella manda a sus dos escoltas a su habitación y se quedó con nosotros”, explicaba Aldama sobre una decisión inaudita que genera dudas, ya que los escoltas no suelen separarse de las personas que protegen, y mucho menos creíble si se trata de la esposa del presidente del Gobierno cuando se encuentra de viaje oficial en el extranjero. En el mejor de los casos cumplen su labor de escolta a una mayor distancia, discretamente, pero nunca abandonan a la autoridad que protegen. Siempre la tienen a la vista.
“No íbamos a hablar de algo en especial -añadía Aldama sobre el encuentro con Gómez e Hidalgo-, pero se estaba alargando la noche, estábamos tomando algo, estábamos a gusto, y en ese momento no se hablaba de nada en concreto. Hablábamos del evento de la OMT y estábamos, como se suele decir, de tertulia”, detallaba el comisionista sin darle demasiada importancia al amigable encuentro.
“¿Se habló en aquella ocasión sobre el rescate de Air Europa?”, preguntaba Herrera al entrevistado. Y Aldama contestaba: “No, ahí no”. “¿En otro momento sí?”, repreguntaba el periodista de la COPE. “Sí”, admitía Aldama. “Tenía más que ver con Wakalua que con Air Europa.”, concretaba el comisionista sobre aquel encuentro con Gómez e Hidalgo en un hotel de San Petersburgo.
“Yo sinceramente, y lo viví muy de cerca y desde dentro, no tengo claro que aquello (las reuniones con Gómez) sirvieran para que se acelerara. El rescate tampoco se aceleró como se tendría que haber acelerado. La compañía se declaró estratégica y había casi 50.000 empleados directos (en realidad no llegan a los 4.000) e indirectos con riesgo de quedarse sin trabajo y a mí parecer se tardó considerablemente mucho tiempo en conceder el rescate a la compañía”, opinaba Aldama sobre las ayudas a la compañía de Hidalgo.
En este puzzle de intereses cruzados entre Aldama, Gómez e Hidalgo falta el secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, y cuesta creer que no asistiese también al encuentro entre copas y a deshoras en el rooftop del hotel de San Petersburgo. Es preciso recordar que Zurab hizo gestiones en favor de Aldama para que fuese nombrado cónsul de Georgia en Zamora e intermedió con Aena en beneficio de los negocios de su amigo.
Del episodio de San Petersburgo y tras conocer la versión de Aldama se pueden sacar varias conclusiones. En primer lugar, que el comisionista intenta proteger a la familia Hidalgo y para ello ha evitado desde el primer momento relacionar la trama de corrupción de Koldo, Ábalos y compañía con el rescate de Air Europa. Segundo, que defiende a ultranza que el rescate era estratégico cuando hubo muchas empresas tan importantes como Air Europa, algunas incluso con más empleados, que recibieron el dinero público un año después. La diferencia es que ninguna utilizó comisionistas (al menos no ha trascendido) ni tampoco tuvieron la oportunidad de reunirse con la esposa del presidente del Gobierno, privilegio que sí tuvo Javier Hidalgo y no solo en una ocasión.
Aldama tira de la manta y mantiene una postura valiente al autoinculparse pero mantiene muchas cuestiones en el aire, al menos sobre Air Europa. La más relevante es saber si Koldo y compañía no intentaron cobrar alguna comisión por sus gestiones en favor de Air Europa. ¿O solo Air Europa se libró del afán recaudatorio de la trama corrupta por todas las gestiones que hacían? ¿Es decir, Ábalos y Koldo cobraban por todo y solo trabajaron gratis para beneficiar a Air Europa? Solo Aldama tiene la respuesta.