Ryanair amenaza con reducir en un cincuenta por ciento sus vuelos en Francia, debido a la fuerte fiscalidad que acaba de aprobarse para el año entrante. Ello supondría abandonar totalmente diez aeropuertos regionales.
Con Ryanair nunca se sabe: a veces se limita a amenazar, pero otras consuma lo que promete, como está ocurriendo en Alemania, donde ha reducido su presencia. Ahora le toca el turno a Francia, que ha aprobado una fuerte subida de impuestos a la aviación comercial desde enero del año entrante (Alemania: Ryanair abandona tres aeropuertos por los costes).
El impuesto solidario, como le llaman, entra en vigor el uno de enero, pero eso tiene efectos. “Tenemos que cerrar rutas porque con estas tasas no son ya económicamente viables”, dijo Jason McGuinness, delegado de la irlandesa en Francia.
Hoy un vuelo europeo paga en Francia 2,63 euros en tasas, que se aumentarán a 9,5 euros. Así como Air France tiene que aceptarlo, Ryanair afirma sin ambages que “nuestros aviones volarán a países como España o Polonia, donde no existe este impuesto, o como Italia, Hungría o Suecia, que lo han abolido” añade la compañía.
Francia ya tiene una prueba de que Ryanair a veces cumple sus amenazas porque, definitivamente, ha cerrado su base en Burdeos, por la subida de los precios del aeropuerto (Condenan a Ryanair por salir de Burdeos ‘a la brava’).
La low cost irlandesa vuela a 22 aeropuertos regionales de los que podría quedarse en sólo doce. En algunos casos esta decisión podría ser costosa, como en Carcasona donde no vuela nadie más o en Limoges, donde sólo vuela otra aerolínea, pero con vuelos ocasionales.
No obstante, los tribunales franceses han cuestionado a muchos aeropuertos regionales que piden subvenciones para mantenerse abiertos y después ellos subvencionan a Ryanair para que mantenga sus vuelos.
