Luis Gallego y Pepe Hidalgo solo tienen una cosa en común: gestionan compañías aéreas. Sus perfiles son antagónicos, totalmente diferentes. Uno gestiona desde la prudencia, la mesura y la estricta legalidad. Otro lo hace utilizando sus contactos políticos cada vez que es necesario y recurriendo a métodos ética y jurídicamente cuestionables.
El madrileño Luis Gallego, ingeniero aeronáutico de formación, no tuvo unos inicios nada fáciles hasta llegar a la presidencia del grupo IAG y convertirse en la actualidad en uno de los principales directivos de aerolíneas del mundo. En 2012 recibió el encargo de crear Iberia Express y uno de sus grandes retos fue negociar con los sindicatos. No lo tuvo nada fácil, como bien saben todos aquellos que han tenido que tratar con el SEPLA en alguna ocasión. Pero Gallego consiguió su objetivo hasta dar el salto a Iberia.
Luis Gallego asumió en 2013 la dirección de Iberia, donde heredó una compañía al borde de la quiebra. En esos momentos Iberia perdía un millón de euros al día, pero Gallego consiguió darle un giro de 180 grados hasta conseguir la rentabilidad de la compañía. No necesitó rescates. Tampoco intermediarios. Es impensable pensar que Gallego hubiese recurrido a personajes como Víctor de Aldama para conseguir sus objetivos. Gallego cambió la historia de Iberia gracias a una buena gestión, pero desde la prudencia, sin polémicas ni declaraciones estridentes a los medios de comunicación. Y desde la legalidad.
El directivo madrileño fue también un visionario. Mientras su antecesor en Iberia aseguraba que las low cost no tenían ningún recorrido, Gallego supo ver que las compañías de vuelos baratos era un modelo que había que seguir de cerca. Desde el pragmatismo, y siempre con prudencia, Gallego ha sabido explorar el ámbito de las low cost con éxito, plantándole batalla a la todapoderosa Ryanair.(El balance de Luis Gallego en IAG)
Pepe Hidalgo es también un hombre hecho a sí mismo. Sin estudios superiores, Hidalgo consiguió meritoriamente adquirir Air Europa, una aerolínea de éxito, pero su trayectoria empresarial ha estado permanentemente envuelta en polémicas.
Un episodio pesará siempre como una losa en la historia de Air Europa. El Tribunal Supremo condenó a Air Europa a devolver 25 millones de euros al Estado por el fraude de los certificados de residente. El Ministerio de Fomento exigió a la aerolínea que devolviera la cantidad resultante entre el dinero defraudado y los intereses de demora entre enero de 2009 y septiembre de 2010.
Hidalgo intentó evitar la devolución del dinero defraudado alegando que los delitos habían prescrito después de que el Ministerio de Fomento acusase a Air Europa de hinchar el precio de los billetes de avión para obtener de manera irregular la subvención que disfrutan los residentes de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
El fraude de los descuentos de residentes y la condena judicial no cambió los planes de Hidalgo, ni tampoco sus métodos tan singulares. El fichaje del comisionista Víctor de Aldama para obtener por la via rápida el rescate de Air Europa es una muestra de que Hidalgo no aprendió la lección tras ser condenado por los descuentos de residentes. Solo con influencias tenía sentido que el Gobierno concediese un rescate de 475 millones a Hidalgo para evitar la quiebra de la aerolinea, que como reconoció Hidalgo junior perdía 3 millones diarios cuando estalló la pandemia. Las investigaciones de la UCO han permitido conocer los entresijos de una negociación de dudosa legalidad, donde los Hidalgo han conseguido aprovecharse de sus contactos políticos, incluso buscando la complicidad de la esposa del presidente del Gobierno. (Si non e vero, e ben trovato)
A falta de saber las consecuencias judiciales por la intervención del comisionista Aldama en el rescate de Air Europa (también intermedió para que se adjudicase a la compañía contratos para el transporte de mascarillas, así como en la recuperación de la deuda de Venezuela), los particulares métodos de Hidalgo han vuelto a poner a la aerolínea en el disparadero, en el centro de la polémica. Cuesta entender incluso que una empresa condenada por defraudar dinero público pueda obtener años después un rescate público. Y mucho más comprender cómo los Hidalgo consiguieron el dinero -o préstamo, como repite Hidalgo- de forma tan rápida, un año antes que sus competidores. Cuando alguien revisa el historial empresarial de Hidalgo resulta mucho más fácil entender ciertas cosas. Los tiempos cambian, pero algunos métodos siguen siendo los de siempre. (Puro Pepe)