El turismo de experiencias, centrado en la oferta cultural y patrimonial, la gastronomía y la naturaleza, son los ases con los que los destinos de interior reivindican su sitio para hacer realidad la diversificación y la desestacionalización. Un turismo cada vez más a la vanguardia que mira hacia adelante, sin perder de vista que la calidad es el adalid para ser la alternativa a otras opciones que, en algunos casos, han despertado el rechazo hacia la actividad turística. Son algunas de las claves que se han abordado en Intur Talks, el pistoletazo de salida de la vigésimo séptima edición de la Feria Internacional de Turismo de Interior, (Intur) que se celebra en la Feria de Valladolid hasta el domingo.
En el preámbulo del comienzo oficial de la feria, INTUR Negocios ha reunido en la capital del Pisuerga a más de 60 turoperadores y agencias de viaje que se han dado cita en la jornada para profesionales. Un espacio que ha albergado también el foro INTUR Talks como “espacio de debate del futuro del Turismo”, tal y como ha señalado el director general de Turismo de Castilla y León, Ángel González.
Es el momento para el Turismo de Interior
El futuro, a través de un análisis de las oportunidades del presente, ha sido el hilo conductor de las intervenciones de expertos como Natalia Briales, responsable del área de Turismo Cultural y Marketing de Contenidos de Turespaña, con la cuestión de fondo de hacia dónde va el Turismo y qué tipo de modelo turístico es el más conveniente.
Natalia Briales, de Turespaña, en su intervención en INTUR Talks. Fuente: INTUR
En un entorno competitivo, como señala Briales, “somos un país con muchos segmentos muy similares a los de otros países, especialmente en la cuenca sur del Mediterráneo y tenemos que diferenciarnos, que el valor añadido de nuestros productos y servicios sean diferentes”.
Briales considera que los destinos de interior tienen ahí una oportunidad, a través de la diversificación, para “descubrir España” a través de destinos desconocidos, como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra o Aragón” que cuentan con un fuerte componente patrimonial e histórico, así como enogastronómico y en temas de naturaleza y con un “potencial importante en el desarrollo de nichos de elevado valor económico, como el MICE -hay muchas ciudades de interior con recintos para la celebración de congresos-, o el turismo senior“. También contribuyen a la desestacionalización, al poder ser visitados durante todo el año.
Los destinos de interior, como Valladolid, pueden ser la clave para las estrategias de diversificación y diferenciación. Fuente: Hosteltur
Sostenibilidad frente a la masificación
“La sostenibilidad es algo de lo que siempre se ha hablado, pero nunca se ha definido”, según Natalia Briales, que ha puesto el acento en cómo el turismo en los destinos de interior puede potenciar los recursos de comunidades locales y la redistribución económica. Y en este aspecto, ha destacado que “hay que intentar regular los flujos turísticos en algunos destinos” para evitar que tengan como consecuencia la masificación y las reacciones de turismofobia que se han visto en los últimos meses.
En un modelo turístico ideal, se debe centrar la promoción en aquellos aspectos que aportan más valor, como el patrimonio cultural, “el más grande de Europa” y en segmentos relacionados con la enogastronomía y las materias primas como el vino o el aceite.
Experiencias agroturísticas como puente entre turistas y productores
La posibilidad de disfrutar de experiencias diferentes es otro de los atributos de los destinos de interior. Tal y como ha explicado Olga Pérez, directora de proyectos de Segittur, desde la entidad se está llevando a cabo a nivel nacional una iniciativa que consiste en facilitar que promotores y empresas turísticas pongan en valor las actividades tradicionales, a tarvés del programa que se sigue en el Modelo de Innovación Sostenible de Experiencias Agroturísticas (MISEA). De esta forma, se contribuye a crear una propuesta de valor de un destino.
Según Olga Pérez, la ‘profesionalización’ de la visita a los campos de lavanda ha permitido poner en valor destinos rurales y preservar mejor el entorno. Fuente: Hosteltur
“Hay una demanda creciente, hay un turista que, más allá de visitar los territorios, busca vivirlos desde una perspectiva de identidad del territorio. Lo que quiere es integrarse, formar parte, aprender”. Y Segittur considera, según ha apuntado Pérez, que es una “oportunidad para que los destinos diversifiquen y desestacionalicen”. Una propuesta de valor que favorece a los residentes porque dinamiza los territorios, “el turismo puede ser una vía para conservar actividades tradicionales y mostrar la identidad de los destinos”, ha añadido.
“El objetivo es establecer una hoja de ruta para profesionalizar las experiencias turísticas en el sector primario para aportar valor al destino. Es el gran reto: poner orden a algo que ya se venía haciendo, con muy buenas intenciones, pero sin ser productivo”
Para los promotores y empresas turísticas, es una nueva vía de ingresos, así como para pymes del sector primario, porque promueve la fidelización, ya que cada turista puede ser un potencial cliente. Para 2025, Segittur espera trabajar esta iniciativa con 170 empresas de 19 destinos, colaborando además con la red de destinos inteligentes (DTI).
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