Desde siempre, los viajeros acudíamos a las estaciones de tren a comprar los billetes. Después, cuando salió Internet, fuimos a Renfe.com, lugar en el que aprendimos cómo no debe ser una web de venta de billetes. Pero las cosas se complicaron con la aparición de la competencia, Ouigo e Iryo.
Aunque ya estaba en el mercado, porque se había instalado en la Gran Bretaña de hace veinte años cuando apareció la competencia, Trainline extendió sus ramas hasta España, donde está posicionándose, aunque no es la única. Omio, por ejemplo, es otra más en liza.
Y ahora Blablacar anuncia lo mismo. En realidad, Blablacar dice que se va a dedicar también a la venta de billetes de tren en toda Europa, pero va comenzar por España porque es donde ve que la competencia es más intensa. Y porque, reconoce, las comisiones de entre el 2 y el 4 por ciento del precio del billete, son las mejores.
El servicio en España está ya en funcionamiento, pero se extenderá a Francia, Alemania, Italia, Suiza y Bélgica. Blablacar, como es lógico, intentará ofrecer un servicio de tren con coche compartido como complemento. Se trata de, por ejemplo, enlazar Madrid con Huesca: alta velocidad hasta Zaragoza y coche compartido hasta el destino final.
Blablacar, una plataforma que esencialmente coordina el viaje en coche compartido, también ha entrado en el negocio del autobús con una empresa propia (Blablabus) y ahora en el caso del tren ofrece ya la venta de los billetes.