Durante el III Encuentro Internacional de Directores de Hotel organizado por la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), la última ponencia se centró en un tema que ha estado en el ojo del huracán del sector hotelero: el enfrentamiento legal contra Booking por abuso de posición dominante y prácticas anticompetitivas. En el debate, Javier Zamora, asesor legal de la AEDH, y David Fernández, de la firma Eskariam, abordaron el impacto de la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y las inquietudes que esta batalla legal genera entre los hoteleros.
El desafío de los hoteleros frente a Booking
La audiencia, conformada por directores de hoteles y representantes del sector, planteó numerosas preguntas durante el debate, reflejando el escepticismo y la incertidumbre sobre las consecuencias reales de esta acción legal. Uno de los aspectos más destacados fue el temor a las represalias de Booking, especialmente en relación con el algoritmo de posicionamiento en su plataforma, que es clave para asegurar visibilidad y, en última instancia, ventas para los hoteles.
Alicia Reina, una de las hoteleras presentes, fue clara al respecto: «Si no tenéis un equipo que pueda vigilar y entender con transparencia cómo se mueve ese algoritmo, podemos enfrentarnos a represalias que no controlamos», advirtió. David Fernández respondió a estas preocupaciones asegurando que, según los análisis realizados en Alemania, donde 2.000 hoteles ya han demandado a Booking, no se ha detectado una caída en el posicionamiento de estos establecimientos en la plataforma. «Los hoteles siguen en el programa Genius y mantienen su visibilidad», afirmó Fernández.
¿Qué implica ser considerado “gatekeeper”?
Otro punto de interés en la ponencia fue el reciente nombramiento de Booking como «gatekeeper» bajo la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, una figura que impone nuevas obligaciones a plataformas consideradas dominantes en el mercado digital. «Este hecho es fundamental para el sector hotelero, ya que implica que Booking no puede actuar con las mismas prácticas abusivas sin enfrentarse a graves sanciones», explicó David Fernández.
Los hoteleros presentes mostraron su preocupación por las implicaciones de este nuevo estatus y se preguntaron si esta designación podría cambiar las reglas del juego a largo plazo, reduciendo el control excesivo que ha tenido Booking sobre los precios y condiciones contractuales.
Una oportunidad para reclamar indemnizaciones
David Fernández también destacó la posibilidad de que los hoteles puedan reclamar compensaciones por las pérdidas sufridas debido a las cláusulas de paridad impuestas por Booking, que limitaban la capacidad de los hoteleros para fijar sus propios precios. «Un hotel que facture 4 millones de euros al año y que haya trabajado con Booking desde 2010 podría reclamar hasta 1,8 millones de euros en concepto de lucro cesante», señaló.
Sin embargo, surgieron dudas sobre la viabilidad de estas demandas y el tiempo que podrían llevar. «Este tipo de pleitos son complejos y pueden tardar varios años en resolverse, pero nuestro modelo de negocio es totalmente a éxito, lo que significa que asumimos el 100% de los costes y riesgos del proceso», explicó David Fernández. Según el acuerdo con la AEDH, Eskariam cobraría un 25% del monto recuperado, lo que, según el experto, ofrece una gran ventaja para los hoteleros que no tendrían que adelantar dinero para sumarse a la demanda.
¿Qué pasaría si Booking desaparece?
En un momento clave del debate, surgió la pregunta sobre qué ocurriría si, a raíz de las numerosas demandas, Booking llegara a enfrentarse a serios problemas financieros o incluso a desaparecer. «Surgirá otro Booking», respondió con seguridad David Fernández. Sin embargo, esta respuesta no fue suficiente para algunos hoteleros presentes, quienes destacaron que existe alta dependencia de la plataforma para generar reservas. «¿Qué pasa con aquellos hoteleros que no tienen equipo comercial y dependen en un 85% de Booking para vender sus habitaciones?», cuestionó una participante.
La respuesta del panel dejó claro que el riesgo es real y que la dependencia de Booking es una espada de doble filo para muchos establecimientos. Javier Zamora fue contundente al respecto: «Si Booking está bien asesorado, intentará llegar a un acuerdo. No se antoja el escenario de que desaparezca frente a una demanda de 2.000 hoteleros, pero es probable que tengamos cientos de reclamaciones similares».
Expedia, ¿la próxima en la lista?
Otra de las cuestiones planteadas durante el debate fue si otras OTAs como Expedia podrían enfrentarse a acciones legales similares. «Podría ser», admitió David Fernández, «pero sería un caso diferente». Mientras que la demanda contra Booking se apoya en resoluciones previas de la CNMC y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, un caso contra Expedia requeriría una nueva investigación para probar las mismas prácticas anticompetitivas.
Un futuro incierto, pero con posibilidades
El debate concluyó con una reflexión sobre el futuro del mercado de distribución hotelera. Los hoteleros se enfrentan a un escenario incierto, donde el resultado de estas demandas podría redefinir el papel de las OTAs y su relación con los hoteles. «Lo que no está bien es admitir comportamientos ilícitos por parte de un operador que domina el mercado», afirmó Fernández, haciendo un llamado a los hoteleros para unirse y reclamar lo que consideran justo.
La AEDH, por su parte, se ha comprometido a seguir vigilante y a actuar como «los ojos y oídos» de la CNMC para detectar cualquier práctica que vulnere las normas de competencia. «No podemos permitir que un solo actor controle el 85% de las reservas hoteleras sin que rinda cuentas», concluyó Javier Zamora.
En definitiva, esta ponencia ha servido para poner sobre la mesa un debate que lleva tiempo latente en el sector hotelero: la necesidad de empoderar a los hoteles frente al dominio de las grandes plataformas online, buscando un equilibrio más justo y transparente en el mercado de reservas.