Destinia ha decidido romper su relación con Trivago debido a su cambio en la política de precios, que entró en vigor el 22 de octubre. Este ajuste ha provocado un notable impacto entre las OTAs, al establecerse un modelo de comisión fija, que representa un aumento considerable en los costos en comparación con la tarifa variable anterior (¿Matará Google los metabuscadores?).
En declaraciones a Cinco Días, el consejero delegado de Destinia, Ricardo Fernández, ha asegurado que “no vamos a volver a trabajar con ellos”. El movimiento del comparador “supondrá entre un 8% y un 9% de cada venta, cuando antes, con el coste variable, difícilmente superaba el 4%” (Destinia, exultante: “Nunca hemos tenido tantas reservas”).
Pese a que “nos suponga que vamos a perder el 10% de nuestra facturación, es una decisión firme. El 35% de las reservas procede de usuarios que repiten doce meses después y la subida a la que nos obligaba Trivago va en contra de toda nuestra propuesta de valor y de nuestra competitividad”.
Así, todo hace anticipar la salida de otras agencias online, especialmente pequeñas y medianas, que no pueden absorber los costes adicionales sin reflejarlos en el precio final. También coincide con el avance de Google en el mercado de las reservas hoteleras, donde su servicio “Google Hotels” ha incrementado su cuota en Europa, logrando un 11,2% del mercado en comparación con el 1,3% de Trivago, según un informe de la consultora Mirai.
Fuentes de otra de las OTAs que amenaza con romper con el comparador apuntan que Expedia y Booking serán los grandes beneficiados de las fugas, ya que podrán aumentar su cuota de mercado en regiones clave como España, Francia, Alemania y el Reino Unido.
