Análisis/Los cruceros por el Mar Rojo se suspendieron en octubre de 2023 con el inicio de la guerra de Israel, fue instantáneo. Las navieras, preguntadas por HOSTELTUR varios meses después, adelantaron que volverían en noviembre de 2024. Sin embargo, la fecha se acerca inexorablemente y la situación, lejos de estabilizarse se continúa agravando, con constantes agresiones a los buques que circulan entre el estrecho de Bab el-Mandeb y el Canal de Súez.
Los aproximadamente 240 ataques de los rebeldes hutíes de Yemen han reducido un 75% el tráfico marítimo en la zona durante el año de hostilidades que se ha cumplido ya, según publicaba recientemente El País; a pesar de que las marinas estadounidense y británica, y la aviación israelí, han bombardeado intensamente sus posiciones. Como consecuencia, numerosos barcos que antes circulaban comúnmente por aquel mar ahora han desviado sus rutas y circundan África. Entre ellos, los cruceros.
Silencio y desánimo de las navieras
Y, aunque HOSTELTUR ha intentado hablar con todas las partes implicadas dentro de esta modalidad de viajes por Oriente Medio, un año después del inicio de la guerra lo que ha encontrado es silencio y desánimo. El problema es que las navieras ya no se plantean operar a corto o medio plazo en el Mar Rojo. Tras 12 meses de misiles, drones y secuestros, garantizar la seguridad de los pasajeros no parece viable.
El Mar Rojo está vedado desde hace un año para los cruceros. Fuente: Pexels
Las empresas, cuya única guerra es vender viajes, se han llevado de facto los cruceros a otros destinos que ofrecen mayor estabilidad. Y aunque el Mar Rojo continuará siendo un lugar deseable para el turismo a futuro, es una mala noticia que ya no se considere una alternativa. Las operativas se suspenden y, con el tiempo, será cada vez más laborioso y complicado retomarlas, incluso para quienes ya tengan experiencia y partners por allí.
Una fecha para los cruceros en el Mar Rojo
Pero, ¿cuando volverán los cruceros a surcar el Mar Rojo? De momento, nadie se atreve a ofrecer un pronóstico, como mucho la callada por respuesta o un lacónico “nos lo hemos quitado de la cabeza”. La respuesta obvia sería algo así como “tan pronto como finalice el conflicto”. Pero eso es incierto, porque reactivar los cruceros llevaría un tiempo considerable, son muchas piezas sueltas las que hay que volver a juntar.
De momento, sería necesario al menos un año para volver a contratar los amarres en todos los puertos donde se realicen escalas, más otro medio año destinado a planificación de las rutas y la operativa. Y probablemente otro medio año más hasta que todo esté a punto. Total, que si la guerra acabase hoy -y nada sería más satisfactorio para la industria- los cruceros por el Mar Rojo zarparían con casi toda seguridad en 2026.
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Para que eso ocurra, es necesario en primer lugar que vuelva la seguridad marítima, tal como pidió la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) al G7 el pasado mes de abril, enfatizando la importancia de proteger a la gente de mar y a los pasajeros ante las amenazas emergentes. Pierfrancesco Vago, presidente europeo de esta patronal de navieras, instó a la adopción de medidas internacionales efectivas. Las soluciones todavía no han llegado.
