La playa de Troya en Las Américas (Adeje) fue el escenario este fin de semana de una nueva manifestación contra el modelo turístico en Canarias. Bajo el lema “¡Canarias no se vende; se ama y se defiende!”, miles de personas volvieron a movilizarse contra el principal motor económico de la región en una protesta organizada por la plataforma “Canarias tiene un límite”, para insistir en un cambio urgente en el modelo turístico del archipiélago (Canarias: protestas multitudinarias contra el turismo de masas).
Según El Día, las cifras de participación fueron bastante inferiores a las anteriores movilizaciones. Según la Delegación del Gobierno, asistieron alrededor de 6.500 personas, mientras que los cálculos de los organizadores elevan la participación a entre 10.000 y 15.000 personas. Así, los activistas contra el turismo pierden fuelle, ya que en las protestas del 20 de abril congregaron a unos 57.000 isleños.
El acto comenzó en el Centro Comercial Metrópolis Center. Durante la marcha, los manifestantes avanzaron dos kilómetros a lo largo de la costa hasta la plaza Salytien, ondeando banderas de Canarias y al ritmo de tambores y bucios. Las pancartas lucían mensajes como: “Canarias tiene un límite: ¡por un cambio de modelo!”; “No al proyecto Tumba del Alma”; “¡No es turismofobia, es supervivencia!”; o “Tourist respect my home!”.
Uno de los momentos más llamativos fue la presencia de muñecos gigantes que caricaturizaban a Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, y Jorge Marichal, líder de la patronal hotelera Ashotel. Estos encabezaban un desfile que, además de tener eco en otras islas, también contó con manifestaciones simultáneas en ciudades como Madrid, Barcelona y Berlín.
Al finalizar la marcha, se leyó un manifiesto que subrayaba la urgencia de cambiar el actual modelo turístico. Entre las propuestas destacadas por la plataforma estaban la paralización de varios proyectos urbanísticos, como el del hotel de La Tejita; la implantación de una moratoria hotelera; la creación de medidas de protección medioambiental y de acceso a una vivienda digna; y la llegada de una “ecotasa real”.
Sobre estas movilizaciones se ha pronunciado en el día de hoy la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, apuntando que el poder de convocatoria de las plataformas “ha perdido dimensión”. Asimismo, aunque reconoce que Canarias necesita cambios, recuerda que el modelo turístico actual ha sacado a las islas de ser “una sociedad empobrecida, rural y agraria, que tenía que emigrar para buscar oportunidades”.