La aerolínea más pequeña del grupo Air France ha anunciado la puesta en marcha de un paquete de medidas para reducir costes, incluyendo despidos de plantilla.
La previsión es bajar los gastos en unos 450 millones de euros anuales, para recuperar la rentabilidad, recientemente muy deteriorada.
Las medidas incluyen una mejora en la productividad, iniciativas de reducción de gastos, simplificación de la organización y retraso de inversiones no urgentes. Igualmente, la compañía estudiará nuevas fuentes de ingresos. La compañía dijo que habría despidos, pero no especificó detalles.
La compañía enumeró algunos puntos de su plan, que incluyen externalización de servicios, suspensión de actividades no relacionadas con el negocio principal, introducción de nuevos productos a bordo, ampliación del catering (de pago), posible externalización del mantenimiento, operar menos vuelos para reducir cancelaciones y un plan para intentar combinar mejor los vuelos intercontinentales con los europeos para obtener más rendimiento de la actual plantilla de pilotos.
En el apartado de mejora de la productividad, se pretende que esta mejore un mínimo del cinco por ciento el año que viene, con automatización de procesos, mecanización y reducción del absentismo.
