Spirit Airlines vio este viernes cómo su valor bursátil se desplomaba debido a los rumores de inminente quiebra. Al mismo tiempo, American Airlines veía cómo sus acciones subían un 6 por ciento debido a que comparte muchas rutas con la aerolínea en situación delicada (Inminente quiebra de Spirit Airlines, tras fallar su venta).
Spirit está en negociaciones con sus acreedores para iniciar un proceso de suspensión de pagos ordenado. La compañía no estaba en crisis hasta que tanto JetBlue como Frontier negociaron su fusión. Las negociaciones con el segundo iban muy bien, pero JetBlue mejoró su oferta a niveles indecibles. Los accionistas de Spirit se iban a hacer de oro (Boeing compra Spirit para lavar su imagen y acelerar las entregas).
Pero las autoridades de competencia de Estados Unidos bloquearon la operación. Esto desembocó en una crisis en Spirit y una mejora de la situación de JetBlue. Probablemente, si la compañía quiebra, el criterio de las autoridades será cuestionado porque su opción, bloquear la fusión, ha terminado siendo nefasta.
Spirit perdió 192 millones de dólares en el último ejercicio. Tampoco las cosas van bien para Southwest, lo que ha llevado a los medios de Estados Unidos a preguntarse si el modelo de vuelos low-cost ha acabado.
La low cost es una aerolínea de grandes dimensiones, dado que opera 198 aviones, de los cuales 54 son Airbus 321 y 136 son A320.