El máximo directivo de Meliá ha enfatizado que “la gente por naturaleza es buena y quiere desarrollarse profesionalmente. Ante ellos, damos un paso adelante porque somos una empresa con alma, con un propósito con el que quieren conectar y sentirse partícipe. Tiene que ver con nuestros valores y con nuestra apuesta por las personas, por el medioambiente”.
Y es que, como ha detallado, “con 30 aperturas al año, que es lo que la compañía puede digerir sin generar cuellos de botella, a veces nos cuesta encontrar personal base, no tanto en Asia y Caribe, pero sí en Europa, donde el estado del bienestar puede ser una rémora, porque la gente tiene muy claros sus derechos pero no tanto sus obligaciones”.
Para Gabriel Escarrer las branded residences representan “una proposición de valor tremenda al comprador al ser una casa con servicios de una gran marca; algo óptimo para segundas residencias. Es un producto con mucho futuro”. En la imagen, entrevistado por Eva Toledo, presidenta del Círculo-Directivos de Alicante. Fuente: Hosteltur.
En esta misma línea también ha hecho referencia al “grave problema del absentismo laboral. En los últimos seis años España ha pasado de un 4,2% de absentismo a más del 14,8%, con un coste para el país de 25.000 millones de euros. Estos porcentajes reflejan un desapego que nos tiene que hacer replantearnos las cosas porque nos resta competitividad. Y eso que empresas familiares como Meliá lo sufren menos por la alineación de nuestros colaboradores con nuestros valores”.
Propósito y valores
No en vano, en su opinión, “las empresas tienen que tener un propósito, alma, para conectar con todos sus grupos de interés: el cliente empleado y el cliente huésped, pero también el cliente inversor, el cliente propietario y el cliente proveedor; aunque especialmente los dos primeros. Porque necesitan un motivo para conectar contigo que esté presente en todos los puntos de interacción, con una proposición de valor que sea atractiva para llegar al corazón del cliente y crear esa magia. Es fundamental conseguirlo”.
“Es más fácil captar ese talento y promocionarlo si existe una conexión emocional con el propósito y los valores de la compañía, como nos está ocurriendo con la marca Zel, con Rafa Nadal”, ha puesto como ejemplo Escarrer
En Meliá están muy presentes en su cultura empresarial valores como “la vocación de servicio, la proximidad con el cliente, la búsqueda siempre de la excelencia, la innovación… Como líder intentas que el equipo predique con el ejemplo, dar coherencia a lo que dices y que lo que digas sea lo que hagas, que esté alineado. Y es algo fundamental porque nadie se quedará en una empresa donde eso falle”.
Aúna lo mejor de ambos mundos: empresa familiar y cotizada
En este caso Meliá juega con ventaja al aunar lo mejor de ser una empresa familiar, “con los fuertes valores de la familia extrapolados a la compañía, además de una visión largoplacista, sobre todo en destinos vacacionales en los que hemos sido pioneros. No hubiese sido posible sin el componente de empresa familiar, de nuestro objetivo de contribuir a un legado para las próximas generaciones que implica una responsabilidad añadida de hacer las cosas bien”.
A ello se suma “el gran acierto de nuestra salida a Bolsa en 1996, que supuso un avance en la profesionalización de la compañía y la creación de los órganos de gobierno que fue tremendamente exitosa. En aquel momento firmamos el protocolo familiar, por el que ningún integrante de la familia Escarrer puede entrar ocupando algún cargo directivo, y son los accionistas responsables de la empresa los que deben preparar a las siguientes generaciones”.
“Meliá reúne la cultura de valores y visión a largo plazo de la empresa familiar, y el rigor y la profesionalización de una cotizada en la que nadie es imprescindible, ni yo ni ningún miembro del equipo directivo”, según ha apuntado Escarrer
Cómo debe ser el líder del mañana
Con esas características, el presidente y CEO de Meliá reconoce que “cuando vienen situaciones muy complicadas como la de la pandemia, debemos ser muy fieles a la estrategia y los valores de la empresa, es clave. En ese momento nos cuestionamos todo menos eso, y es lo que nos ha hecho salir más fuertes y manteneros en lo que consideramos vital”.
Por ello aboga por “liderar con pasión, con el ejemplo, siendo coherente entre lo que se dice y lo que se hace. También saber decir no es fundamental, y argumentar por qué, porque decir sí es muy fácil. Nos ha tocado vivir en un mundo convulso, volátil. Nuestros planes estratégicos son como mucho a tres años, porque más tiempo no tiene sentido. Por eso debemos ser especialmente flexibles ante la situación geopolítica que vivimos, porque si no corres el riesgo de quedarte fuera”.
Otras noticias que muestran la estrategia de Meliá en estos ámbitos, y las conclusiones de otro desayuno de CEDE:
– Mostrar el compromiso con la sostenibilidad por el Día Mundial del Turismo
– El as en la manga de los hoteles para competir con las viviendas turísticas
– Meliá ejemplifica cómo diferenciarse de competidores y alquiler vacacional
– Gabriel Escarrer: “Debemos ir a mejor sin necesariamente ir a más”
– González Tejera: cinco pasos de liderazgo en transformación de la empresa