Las plantas de ensamblaje de los aviones Boeing 737 y 777 situadas en Washington están en huelga, acumulando retrasos en las entregas. Por eso, el grupo ha hecho otra oferta a la plantilla. La propuesta se llama “la mejor y última oferta”, de acuerdo con la legislación laboral del país (Huelga masiva en Boeing en plena crisis del fabricante).
Mike Fitzsimmons, el encargado de relaciones laborales, ha remitido la oferta, con muchas mejoras. A saber: en lugar de un 25 por ciento en cuatro años, será un 30, con un 12 el primer año y un seis en los restantes; un bonus de 6.000 dólares; mejoras en el plan de jubilación; y un incremento de la aportación de Boeing a otros programas (Economía de guerra en Boeing para sobrevivir a la huelga).
La propuesta va acompañada de toda la parafernalia propia de estos casos, en los que la empresa dice que va a pagar a los trabajadores lo que estos han venido dando a la empresa, etcétera. Los empleados tienen hasta este viernes 27, a última hora de la noche, para pronunciarse. En caso contrario la oferta decae.
El sindicato ha contestado muy moderadamente diciendo que está estudiando el planteamiento del fabricante, también con toda la parafernalia sobre el trabajo dedicado de sus afiliados y otros tópicos al uso.
Boeing ha comunicado a los clientes que, una vez solucionada la huelga –lo cual no ha ocurrido aún– tendrán que pasar dos o probablemente tres semanas hasta que la producción pueda haberse normalizado totalmente.
