La aerolínea semipública Air Belgium tenía hasta principios de octubre para sanear sus cuentas y evitar la quiebra. Pero no consiguió los 18 millones de euros necesarios y entonces la dirección tuvo la idea de pedir a los jueces que les permitieran una quiebra parcial, suspendiendo sus servicios de pasajeros mientras buscan un inversor (Air Belgium deja de volar con pasajeros y quiebra).
El juez, finalmente, anunció que Air Belgium entra en liquidación forzosa y dispone de cuatro meses para conseguir un comprador o, finalmente, disolverse. Los viajeros, no obstante, se quedan en tierra. Se trata de once mil personas que tenían billetes con esta aerolínea, sobre todo desde o hacia África, y que han perdido su dinero. Por más que es el enésimo caso de una aerolínea que deja a los viajeros sin su anticipo, la Unión Europea sigue sin regular estas crisis para que el pagano sea el cliente final.
Ahora el administrador judicial que ha sido designado tiene este tiempo para transferir lo que sea salvable del negocio, especialmente la rama ACMI. El negocio ACMI consiste en el alquiler de aviones con tripulación y todo lo necesario a otras aerolíneas. El tradicional sub-chárter que en España se conoce bastante bien. Eso aún tiene alguna posibilidad de que sobreviva.
Air Belgium tiene siete aviones todos de largo radio, ninguno de su propiedad, de los cuales algunos están permanentemente en tierra.