En España hemos hecho una ley de Protección de Datos que ha servido para generar un montón de problemas, pero no para incrementar nuestra privacidad. Simplemente porque es una ley copiada de quienes tienen un acendrado sentido de la privacidad, como ocurre con los países en los que no existe ni siquiera el Documento de Identidad. No es lo mismo aquí (Inaudita ofensiva del sector desde varios frentes contra la ‘norma Marlaska’).
En España existe el DNI, a través del que se agrupa la información sobre el titular. Iba a decir “en el que”, sugiriendo que el chip del DNI contiene datos, pero está claro que si los tiene es inútil porque todos tenemos que seguir usando la misma documentación que antes y, además, jamás hemos visto a autoridad alguna que sepa descifrar su contenido.
Todo esto no es óbice para que ahora el ministerio del Interior añada otra capa de información: si usted va a un hotel, si compra un viaje, el hotel o la agencia deberán rellenar un montón de información inútil de la cual el Gobierno tiene sobrada constancia, apenas sepa el DNI de quien se aloje.
Ustedes dirán que es por nuestra seguridad. ¿Cómo es posible entonces que tengamos más inseguridad –o la misma, si prefieren– que en Gran Bretaña donde ni siquiera tienen documento de identidad?
Además, qué le importa a Interior mi información bancaria que ya conoce Hacienda.
Y, estos días especialmente, es importante una reflexión: los estados disponen de tal cantidad de información y de poder, que en cualquier momento evidentemente podrían hacer estallar los teléfonos móviles de todos los ciudadanos que ellos quieran, como se acaba de ver por parte de los servicios secretos de un país enemigo.
Tampoco es menor el asunto de por qué han de ser las agencias de viajes y el sector del alojamiento en general los que deban hacer el trabajo gratuito de recoger información que probablemente nunca nadie leerá porque normalmente ocurre que todos los datos se amontonan en buzones de Internet a los que nadie accede más que a posteriori, cuando ha ocurrido algo.
Ya está bien.