Iryo pierde dinero, Ouigo cerró el pasado año con unas pérdidas de 43 millones y Renfe acumula unos ‘números rojos’ de 65 millones. La alta velocidad, y sobre todo la guerra de precios que existe actualmente en el sector, ha provocado que las compañías estén descarrilando (“Ouigo e Iryo están perdiendo dinero, y mucho”).
La liberación en España del transporte de alta velocidad ha supuesto un abaratamiento de los precios y grandes ventajas para los usuarios, pero las compañías no saben cómo rentabilizar las operaciones.
Ouigo acaba de reconocer que sus pérdidas han aumentado un 17 por ciento en el último año. La filial del operador público francés SNCF ha admitido que la situación competitiva del mercado es “muy exigente a nivel comercial”. Esgrime que la llegada de un tercer operador ha generado una mayor competencia en el mercado y ha generado, además, una guerra de precios muy exigente.
Renfe asume que han aumentado sus pérdidas el pasado año debido a la menor rentabilidad de sus trenes de alta velocidad y por la gran competencia. En un año ha incrementado sus ‘números rojos’ en 14 millones. Hace unas semanas, el ministro de Transportes, Óscar Puente, achacó la situación de Renfe a las facilidades que tienen Ouigo e Iryo para sobrevivir en España gracias a los apoyos estatales que reciben desde sus respectivos países, Francia e Italia. (La batalla entre Renfe, Iryo y Ouigo por reinar en España)
La situación de Renfe es especialmente delicada ya que sus pérdidas se han disparado a pesar de disponer de un mayor apoyo del Estado, que en 2023 inyectó 230 millones a la compañía ferroviaria.
“La liberalización en nuestro país ha traído un abaratamiento del billete, que al final redunda en el consumidor. Pero también tiene efectos perniciosos”, apuntó en una intervención en el Congreso de los Diputados. “Es la CNMC la que fija los criterios y tenemos la suerte o la desgracia de tener una de las comisiones más liberalizadoras de Europa”, justifica el ministro.
La entrada de nuevas operadoras en el sector ferroviario español ha llevado a precios operativos insostenibles, incluso por debajo del coste, según alertó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El precio medio de la alta velocidad en España ronda en la actualidad los 25 euros.
De cara al futuro, las compañías prevén que se disparen un 40 por ciento el número de viajeros, pero a medio plazo los precios agresivos que actualmente ofrecen Iryo y Ouigo pueden moderarse para poner punto y final a la guerra de precios de las operadoras de bajo coste.