La comida es más que una simple necesidad; es una experiencia que despierta los sentidos, une a las personas y celebra los momentos especiales de la vida. Aunque una mayoría se decante por el salado, en muchas ocasiones, el broche de oro de una comida es el postre. Sin embargo, en el mundo de la alta cocina, hay experiencias culinarias que van mucho más allá de lo que uno podría imaginar. Entre estas se encuentra el menú degustación más caro del mundo,que ofrece el hotel Falkensteiner Schlosshotel Velden, en Austria.
Este hotel de cinco estrellas, ubicado a orillas del lago Wörthersee en el estado de Carintia, es conocido por su exclusividad y lujo. Uno de los motivos es su menú degustación compuesto por siete platos que cuenta con una sorpresa en el postre.
¿Qué hace que este menú sea tan especial? Se trata de una verdadera sinfonía culinaria, donde cada plato es creado con los ingredientes regionales más frescos y de la más alta calidad.
El diamante del postre del hotel. Fuente: Falkensteiner Hotels
Pero la comida es solo una parte de la experiencia. Los comensales tienen la oportunidad de disfrutar su cena en uno de los cinco lugares del hotel y sus alrededores, si el clima lo permite. Además, también cuenta con música en vivo privada y una fotografía personal para el recuerdo.
Sin embargo, lo que realmente distingue este menú del resto es su gran final. El postre, tradicionalmente el último y dulce plato de una cena, en este caso va mucho más allá de lo esperado. En colaboración con el joyero Helmut Bretterbauer, el Falkensteiner Schlosshotel Velden culmina esta experiencia gastronómica con la presentación de un diamante de un quilate de calidad “Triple Ex”. Este diamante, certificado internacionalmente, se convierte en el “postre” más lujoso.
Cuánto cuesta el menú del hotel más caro del mundo
El menú del hotel más caro del mundo, servido en el exclusivo Falkensteiner Schlosshotel Velden en Carintia, Austria, tiene un precio de 16.900 euros para dos personas.
El motivo del precio del menú de degustación, titulado “Ein Diamant zum Dessert” o “Un Diamante de Postre”, se debe a su lujoso postre: Un diamante de un quilate certificado internacionalmente y presentado por el joyero Bretterbauer del Schlosshotel.
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