El volumen de turistas iraníes en las playas de Turquía alcanzó en los primeros siete meses de 2024 la impresionante cifra de 1.750.000 visitantes, dato insólito desde todo punto de vista. El incremento sobre el año anterior fue del 40 por ciento (Tui se mete en un lío político con Turquía).
Los iraníes, con todas sus particularidades religiosas fundamentalistas, se han convertido en la quinta procedencia de turismo en Turquía, sólo por detrás de los rusos, alemanes, británicos y búlgaros.
También es llamativo que, pese a la guerra, más de medio millón de ucranianos han ido de vacaciones a las playas turcas, aunque esta estadística no discrimina si han ido a las costas o a las ciudades.
En cambio, el turismo procedente de Israel se desplomó un 90 por ciento hasta quedar en apenas 45 mil. Los chinos, en cambio, aumentaron más del cien por ciento, hasta los 230 mil y los americanos llegaron a los 770 mil.
En conjunto, el turismo en Turquía, beneficiado por una fuerte caída de la moneda local, ha aumentado en un ocho por ciento en los siete primeros meses de este año y nada hace pensar que el balance a final de año pueda variar.
