Ryanair ya utiliza la palabra “crisis” para referirse a la situación que atraviesa la aviación, si bien hace hincapié en su fortaleza. En una entrevista concedida a La Stampa, su CEO, Eddie Wilson, resalta que “no somos de los que cuando llega una crisis y las cosas van mal, pierden la cabeza, que es lo que le pasó a Alitalia” (Ryanair recorta sus beneficios a la mitad pese al impulso del tráfico).
Aunque reconoce que “el último trimestre no fue bueno”, incide en que “pensamos a largo plazo”. “La comparación de 2024 con el año pasado es difícil porque en 2023 aprovechamos la reanudación del tráfico aéreo más pronto que los competidores y crecimos un 30%”, argumenta.
Wilson también menciona que “somos una empresa muy rentable que ha pedido 300 nuevos aviones, sin leasing y sin deuda”. Asimismo, hace referencia a su fortaleza respecto a sus principales rivales en el bajo coste: “Easyjet ya no está creciendo y WizzAir está tratando de competir con nosotros, pero no se expande tanto”.
El directivo se ensaña con Ita Airways, antes Alitalia, recordando que “ante las crisis se ha resignado a tener más, no ha hecho nada para crecer, y ante todas las dificultades ha optado por hacerse cada vez más pequeña”. “Era una aerolínea excelente, pero funcionó de una manera aterradora”, concluye.
Como publicó Preferente, Ryanair cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal, de abril a junio, con una caída de beneficios del 46%. Y ello a pesar de que el tráfico creció un 10%, hasta los 55,5 millones. Los motivos principales detrás de este desplome son el descenso del 15% de las tarifas, el aumento de los costes operativos y los retrasos de Boeing.
