Incluso a pesar de Nepal y de Rusia, donde los aviones se siguen cayendo con notable frecuencia, volar sigue incrementando su seguridad año a año. Los investigadores del Massachusetts Institute of Technology (el famoso MIT) han determinado que es el doble de seguro cada diez años desde 1960 a hoy (El 2023, el año más seguro de la historia de la aviación comercial).
Los datos son concluyentes: volar es 39 veces más seguro que en la década de los sesenta y de los setenta, debido al fuerte incremento de las medidas de seguridad. De hecho, incluso ha habido un año en el que no se registró ni un muerto en vuelos regulares comerciales.
Para los que gustan de manejar las estadísticas, los fallecidos en accidentes aéreos en el periodo que va desde 2018 a 2022 fueron de uno por cada 13,7 millones de viajeros, de lejos el medio de transporte con menos riesgo. En el periodo de 2009 a 2017, el dato fue de uno cada 7,9 millones de viajeros, lo cual era una cifra excelente pero que ha sido ampliamente superada.
En los años que van desde 1968 a 1977, en cambio, el riesgo de una muerte era de una persona por cada 350 mil viajeros.